“Esto es ideal para un narrador de historias sin cualificar. Mi público se compone de una veintena de niños que no comprenden mi lengua nativa y tres no muertos inexpresivos e indiferentes. Para cuando termine el cuento, solo yo estaré llorando… y seguramente por las razones que no son.” Estas palabras eran pronunciadas en el epílogo de La Casa de Cadenas, cuarta entrega de la saga Malazana, por Trull Sengar, un tiste edur que desde el inicio de la obra era mostrado como un traidor a su raza. El tiste edur se embarcaría en busca de la balsámica redención a la vez que trabaría una peculiar amistad con el t’lan imass llamado Onrack. Trull Sengar y su compañero, sin pasar totalmente desapercibidos, quedarían algo eclipsados en una historia en la que el inmenso, en todos los sentidos, Karsa Orlong se llevaría toda la atención. Pero antes de que concluyera la aventura, en ese mismo epílogo, Onrack, a pesar de su condición de no muerto, una condición que le había arrebatado su capacidad de tener sentimientos profundos, como buen compañero entendió que debía escuchar esa historia.
Mareas de Medianoche es la historia de Trull Sengar, de sus hermanos, de su pueblo y de una raza que se sustenta en falsas creencias. Traición y venganza. Es también la historia de un lugar llamado Lether; una nación que cree firmemente en el capitalismo, que se piensa invencible y que acostumbra a subyugar pueblos. Es la historia de Tehol Beddict y Bicho y de cómo en ocasiones las apariencias engañan. Es la historia de Seren Pedac: una mujer que ve como su mundo se viene abajo. Y sobre todo, es la historia de los esclavos, de aquellos que buscan su libertad intentando pagar una deuda imposible en un sistema amañado.
Con Mareas de Medianoche llegamos al ecuador de la saga Malazana y, contrariamente a lo que se podría imaginar, la calidad sigue sin decrecer, de hecho Steven Erikson nos ofrece el libro más equilibrado hasta la fecha. Para empezar el autor vuelve a sorprender con unos personajes carismáticos que resulta imposible no acabar encariñándose de ellos. Pero no contento con ello, esta vez nos muestra una relación mucho más fraternal, pero también más tormentosa, no en vano tanto en las tierras tiste edur como en Lether son un núcleo de hermanos de sangre los que llevarán todo el peso de la narración. Destacan en esos dos hilos argumentales Trull Sengar, por parte de los edur, y Tehol Beddict por la parte letherii. Especial mención a este último que, cargado de excentricidades y junto a su criado Bicho, le sirve de excusa al autor para hacer una crítica muy ácida, en ocasiones de corte satírico, al capitalismo brutal que deja en la miseria a muchos y enriquece a unos pocos. “Incluso cuando el dinero es solo una idea, tiene poder.” Es esta extravagante pareja la que más sonrisas y algunas carcajadas, van a provocar en el lector, además de esa agradable sensación de estar leyendo una novela de Terry Pratchett.
La influencia del creador de Mundodisco también se deja ver en la ciudad de Letheras, recordando en algunos aspectos (ese esplendor en decadencia, ese extraño y cómico Gremio de los Cazarratas o esos ¿zombis, no muertos, gente que no para muerta? paseándose por sus callejones) a la ciudad de Ankh Morpork. Pero los paralelismos con la ciudad imaginada por Terry Pratchett se difuminan una vez que Tetera, la niña no muerta, entra en escena y nos transporta a un mundo de espíritus y fuerzas oscuras que resulta tremendamente espeluznante.
Debo volver a los personajes, porque sería injusto no mencionar a Seren Pedac y a Shurq Elalle: dos féminas de las que dejan huella, grande y profunda; dos mujeres marcadas por la muerte y con diferentes formas y actitudes para afrontarla. Una nos resultará una historia amable y divertida, la otra una historia dura y trágica. Ambas son las dos caras de una misma moneda.
Mareas de Medianoche, y como ya nos tiene acostumbrados el autor, también goza de una gran batalla. Brutal y épica. Una contienda en donde la magia, en ocasiones descontrolada, hará que los magos representen un papel muy relevante. Los preparativos de este conflicto no solo pondrán de manifiesto las estrategias de cada contendiente, sino que también nos revelará de qué forma encajan, y qué sentido tienen, escenas que hemos leído en libros anteriores; como aquella extraña situación relatada en Las Puertas de la Casa de la Muerte en la que algunas sendas aparecían inundadas de agua y siendo navegadas por barcos fantasma.
Mareas de Medianoche, publicada por Nova y vestida con una bellísima ilustración creada por la artista Lauren Saint-Onge, sube nuevamente el listón y se convierte en la novela de la saga Malazana más equilibrada hasta la fecha; tiene de todo en su justa medida y deja con ganas de más, con ganas de leer Malaz 6: Los Cazahuesos.