Las flores de Baudelaire, de Gonzalo Garrido
Las ciudades tienen un alma propia, como la de los seres humanos que las pueblan. Y hay historias que nos enseñan que las calles, las aceras, los comercios que se abren y se cierran día a día, esconden en su interior una vida tan frenética como oscura. Son esos momentos en los que somos conscientes del peligro de las ciudades, de las sombras que se alargan abarcando los cuerpos de las personas que corretean como ratones en una jaula. Porque las ciudades tienen vida propia, una vida que gira como una moneda, de la que no puedes adivinar con qué cara caerá.… Leer la reseña completa del libro "Las flores de Baudelaire" “Las flores de Baudelaire”