Memorias del célebre enano Joseph Boruwlaski, gentilhombre polaco

Memorias del célebre enano Joseph Boruwlaski, gentilhombre polaco

Opinión: Me alegro de haber leído este libro, y es posible que cuando ahora mire a alguien de baja estatura vea más allá, mucho más allá de lo que ven mis ojos, más allá del circo y más allá de la exposición publica a la que por necesidad se ven abocadas en ocasiones estas personas.

Es sabido que nunca leo la contraportada de un libro hasta que no lo he terminado pero en este caso he de decir que pillé a mi hija leyéndola y con cierto sarcasmo me dijo: “¿Vas a leer un libro sobre uno cuyo encanto fue mucho más que el de ser enano?”. Yo aún no había empezado el libro así que pensé  “eso espero, por dios”.

Y ahora ya os puedo decir que este libro ha sido otra grata sorpresa, otra apuesta muy interesante de la editorial Lengua de Trapo. Y ya que estamos, os diré que me gusta mucho el formato de los libros de esta editorial, me parecen especialmente cómodos para el lector, además de muy agradables al tacto; la portada es muy sugerente, y mucho más comprensible una vez que hemos terminado el libro y conocemos la historia de este célebre enano, al que yo, en mi amplísima ignorancia, no tenía el gusto de conocer.

Esta vez quería hacer bien las cosas, así que inicié la lectura por el prólogo ¡Y queé gran acierto! ya que Víctor D. Zamorano nos introduce de una forma muy literaria no sólo en la historia de este famoso personaje, Joujou, que así se le llamaba y se le conocía entre su familia y amigos, sino también para mostrarnos la época en la que se va a desarrollar la vida de este hombre que no llegó al metro de altura.

Nos encontramos en el siglo XVIII, concretamente en 1739 año en el que nace Joseph Boruwlaski en las cercanías de Chaliez, capital de Pocucia, en la Rusia Polaca (Polonia), en el seno de una familia humilde; sus padres, según nos cuenta, eran de talla media y tuvieron seis hijos, cinco varones y una hembra, tres de los hijos llegaron a tener una estatura superior a la media, mientras que otros tres, entre los que se encuentra Joujou, quedarían de por vida con la apariencia de un niño de unos cuatro o cinco años. Su hermana, a la que quería con locura, murió a la edad de 22 años y no superó los 66 cm. de altura, y según nuestro pequeño amigo “poseía una hermosa figura y estaba admirablemente bien proporcionada”, sí, porque en muchas ocasiones nos recuerda que si bien son enanos por su tamaño no padecen enanismo y están perfectamente proporcionados. Así lo podemos comprobar en estos retratos que os muestro.

Pero una persona, por muy pequeña que sea, no pasa por ello a la historia, algo más tiene que haber para que así sea, y eso es lo que hace interesante a este curioso personaje, pues tras la muerte de su padre, y cuando solo contaba con 9 años, su madre se ve obligada a entregarlo a una gran dama, con ella irá adquiriendo una refinada y amplia educación, convirtiéndolo en un hombre culto, buen conversador y músico disciplinado; y nada más os contaré de su interesante vida, eso lo encontraréis en el libro.

Sí me ha interesado mucho el hecho de que sean memorias, de que las cuente él en primera persona, ya que junto con los hechos y viajes que realiza a lo largo de su vida (en los que tiene la ocasión de conocer a personajes tan curiosos o e importantes para la historia como el Príncipe de Gales o María Antonieta), podremos leer sus reflexiones personales sobre la visión del mundo que le rodea, sobre cómo se siente, y lo que me ha resultado más interesante, cómo cree que le ven los demás y qué sienten hacia él.

Joujou se enamora de Isaline, una mujer quince años más joven, y de estatura normal, y ésta me ha parecido una parte muy conmovedora del relato de su vida. En el libro nos transcribe una serie de cartas o mensajes a través de los que debió comunicarse con su amada. Una época, ésta, especialmente dura en la vida de Boruwlaski ya que de su amada debió leer cosas como:

“Puede hacer un contrato de matrimonio con arreglo a los usos, puede incluso hacer que lo firme, llevarme a la iglesia y casarme con usted, pero no dejará con ello de ser mi pequeño Joujou”.

Ella es dura… pero vean parte de una de las cartas que él le remite:

“¿Por qué no puso límites a mis afectos del mismo modo que los puso a mis proporciones?”

Nada les descubro si les cuento que finalmente se casan y tienen tres hijas, eso es sólo historia, tampoco si les cuento que el protagonista finalmente fallece en Durhan (Inglaterra) a la edad de 98 años, eso también es historia.

Susana Hernández