Reseña del libro “Muerte y Fortuna: Crónicas de la ladrona del penique rojo”, de Margaret Owen
Érase una vez un retelling de La pastora de ocas, un cuento alemán recogido por los hermanos Grimm. ¿Qué? ¿No sabéis de qué trata este cuento? Os lo resumiré brevemente. Una princesa y su sirvienta se dirigen montadas en sus respectivos caballos a la Corte de un rey para que la princesa se case con el príncipe. Por el camino, la criada se rebela y toma el lugar de la princesa, por lo que cuando llegan al palacio, a la auténtica princesa solo le queda ganarse el sustento como pastora de ocas mientras observa cómo su usurpadora es feliz junto al príncipe. No obstante, su belleza deslumbra a todo aquel con el que se encuentra, entre ellos al rey. Y un día, este la escucha mientras habla de sus penas a una estufa. El rey la invita a la Corte y castigan a la usurpadora. Fin de la historia.
Pero… ¿y si la reinterpretación que hoy os traigo no tuviera como protagonista a la princesa, sino a la impostora? Pues así es, Muerte y Fortuna, primer volumen de la bilogía Crónicas de la ladrona del penique rojo, nos cuenta la historia de Vanja Schmidt, una niña con un pasado horrible, una madre que la abandona a su suerte y unas madres celestiales que le exigen un precio. Y Vanja toma una decisión: usurpar el puesto de la princesa Gisele con la ayuda de un collar de perlas mágico. Y ahora Vanja es princesa y ladrona. Sin embargo, una serie de sucesos conducen a Vanja a enfadar a una diosa, que castigará a nuestra protagonista por su avaricia convirtiéndola en joyas. ¿Será capaz Vanja de escapar de su destino?
¡Qué ganas tenía de leer a Margaret Owen! La misericordia del cuervo está dentro de mis eternos pendientes, así que cuando me enteré de que Puck iba a publicar esta nueva bilogía, no me pude resistir. Ya sabéis lo que me gustan a mí los retellings, la mitología (en este caso germánica) y los cuentos clásicos, cuanto más oscuros mejor. Afortunadamente, este primer tomo contiene todos estos ingredientes cocinados de la mejor manera.
Además, algo que me ha resultado fascinante es la forma en la que está estructurada la novela. Esta se compone de tres partes y cada una de ellas está dividida en diferentes cuentos, a través de los cuales se desarrolla la historia de Vanja. Y por si fuera poco, al final de libro contamos con un glosario que nos aclara determinados conceptos que aparecen en cursiva a lo largo de los capítulos.
Pero, ¿qué tiene de especial Muerte y Fortuna? Sencillamente que nuestra protagonista no es una heroína, pero tampoco una villana. Ella solo es una joven que ha sufrido, que lucha contra esos demonios y sombras que la acechan y que le han convertido en lo que es: una ladrona, una usurpadora, una superviviente, un personaje gris que no es bueno ni malo, simplemente es humano. De esta forma, Margaret Owen nos regala esta trágica y dura historia basada en La pastora de ocas que he disfrutado al máximo por ese aire oscuro que se respira en cada página; por esa prosa que nos lleva de la mano de forma desgarradora por la vida de Vanja y nos hace sufrir con ella y aprender de sus errores. Una narrativa cuidada que nos empuja a fortalecernos ante las adversidades y nos susurra secretos que utilizaremos en contra de aquellos que nos puedan dañar.
¿Y qué más nos puede ofrecer este primer volumen de bilogía? Personajes secundarios potentes y con gran relevancia en la trama, una trama precisamente repleta de intriga, traiciones, obstáculos y elementos mitológicos, así como un ligero toque de romance sin ser el centro de la historia, pero perfecto para este tipo de libro.
Así que poco más puedo decir, solo que ha sido un placer comenzar a leer a Margaret Owen con esta novela y ojalá Puck no nos haga esperar demasiado para el cierre de la bilogía.