Reseña del libro “Nada sucio: El primer caso de la detective Sonia Ruiz”, de Noemí Trujillo y Lorenzo Silva
El mundo de los detectives, oscuro, misterioso, emocionante y sobre el que todos hemos fantaseado de pequeños imaginándonos casos fascinantes que solo nosotros podíamos resolver. Como en casi todos nuestros sueños infantiles lo imaginábamos inocente y sencillo. Esa imaginación infantil donde la diferencia entre el bien y el mal está clara, los buenos siempre ganan y todo esfuerzo obtiene su recompensa, ya que el fracaso no es una opción. En Nada sucio: El primer caso de la detective Sonia Ruiz se nos muestra que la protagonista tiene una idea parecida de lo que es ser detective: algo fácil con lo que ganar dinero, por lo que no se lo piensa dos veces a la hora de emprender su primer caso al encontrarse en paro y en una situación económica delicada. Dinero fácil es lo que ronda su mente. Un par de horas siguiendo a sospechosos, unas cuantas fotos incriminatorias y los buenos ganarán, obtendrán su recompensa y el mundo seguirá su curso siendo un poco mejor. Suena demasiado bonito para ser real y así ocurre. Nada más comenzar sus andaduras como detective la realidad se planta frente a su cara y nos muestra que el mundo de los detectives no es como se piensa desde fuera. Es un mundo crudo, complicado y con innumerables peligros a los que hay que hacer frente sin dudar, ya que la mínima duda puede provocar resultados desastrosos.
Durante los acontecimiento del primer caso de Sonia Ruiz su vida continúa y podemos apreciar como compagina el amor, el sexo y las responsabilidades de una persona adulta con su nuevo trabajo, dando lugar a situaciones humorísticas que le quitan un poco de seriedad a la historia pero que no afectan para nada en el impacto de los momentos duros.
Hay una particularidad en la forma en que la historia está escrita. Nada sucio: El primer caso de la detective Sonia Ruiz avanza con musicalidad. Se puede decir que tiene banda sonora y que esta pertenece al grupo Extremoduro. Son muchos los momentos en los que las letras de las canciones de Robe se cuelan en las páginas con cualquier excusa: en algunas ocasiones será nuestra protagonista la que canta a grito pelado en su coche, en otras sonará en una emisora de radio o de fondo en un bar, pero siempre canciones muy bien escogidas para el momento y que te harán más fácil adentrarte en la novela. Además si como es mi caso, sois fans del grupo, se os hará muy ameno leerlas siguiendo los ritmos e incluso os entrarán ganas de poneros la canción de fondo, y puede que no podáis evitar saltar al ritmo de la música (mentiría si dijera que esto no ha pasado).
Como es costumbre en ellos, Noemí Trujillo y Lorenzo Silva nos muestran los lados oscuros de la sociedad y nos plantean las pequeñas diferencias entre lo bueno y lo malo, entre lo legal y lo ilegal, haciéndonos reflexionar sobre las leyes en las que nos sustentamos, si cumplen con nuestros principios y en qué estamos dispuestos a arriesgar para mantenerlos.
Si bien me ha gustado bastante el libro, me he quedado con un sabor agridulce. El comienzo es magnífico y promete un desarrollo espectacular, pero parece que a medida que avanza se pierden las ganas o la pasión y los temas se cierran con prisa, como queriendo terminar para pasar a otra cosa o cumplir un plazo sin importar la bajada de calidad.
Este libro forma parte de la saga Detective Sonia Ruiz. Como primera entrega de la saga nos describe los personajes que aparecerán en los demás tomos. Una curiosidad de esta saga es que cada libro está escrito por diferentes autores, por lo que podemos ver grandes diferencias en el estilo y la forma de expresarse, pero todos están entrelazados y tienen una trama común, las aventuras de nuestra detective.
En definitiva, Nada sucio: El primer caso de la detective Sonia Ruiz es una novela ligera que puede servir para entretenerte, desconectar de la realidad y pasar un buen rato entre páginas y música.