«Batman, ojalá hubieses estado ahí esa noche».
Es, quizás, el deseo más grande que puede albergar en su psique Paul Dini, el afamado autor de la serie animada del Caballero Oscuro o de los Tiny Toons. Un deseo que, de haberle sido concedido, le hubiera evitado pasar el momento más amargo de toda su vida; el momento que a punto estuvo de acabar con su vida. Aunque también debe reconocer que, de algún modo, Batman siempre estaba ahí, a su lado, alentándole en sus momentos más débiles; ofreciéndole luz en plena oscuridad. ¿Para qué? Para enseñarle a levantarse. Levantarse en la Noche oscura. Una historia verídica de Batman.
En los años noventa Paul Dini gozaba de una gran popularidad como creador de Batman. La serie animada. Era la edad dorada de esta fabulosa serie para televisión que permitió al autor trabajar en aquello que tanto amaba desde que, con ocho años, leyó por primera vez un ajado cómic que encontró por casualidad en la barbería de su barrio. Batman se mostró así como una revelación para un niño de por sí imaginativo; invisible frente a los demás, lleno de color en cuanto abría el portal de su imaginación. La relación que mantuvo con su adorado personaje de cómic le acompañó durante los años siguientes cuando consiguió un empleo en Warner Bros para llevar las aventuras de Gotham del papel de los cómics a la televisión.
Trabajaba en aquello que más le gustaba. Conseguía premios y reconocimiento por su inmensa labor. Se codeaba con grandes artistas amantes del cómic. Tenía todo para ser feliz. Solo que no lo era. Paul Dini era un hombre taciturno, deprimido, con ciertas carencias emocionales. La noche que por poco acaba con su vida resultó ser la más oscura. Una noche en la que dos desalmados, dos villanos reales, le golpearon hasta destrozarle los huesos de media cara por la que tuvo que pasar un doloroso proceso de recuperación. ¿Conoces el dicho «La noche es más oscura justo antes del amanecer»? Bien se podría aplicar a la vida de este genial autor. Y él mismo decidió contarla ilustrada en viñetas. Así surgió Noche oscura. Una historia verídica de Batman.
El cómic es una de las delicias que esperaba encontrar en torno al universo del Cruzado de la Capa. Una historia con la que, en muchos aspectos, me identifico. Me identifico mucho con el propio autor. Yo, por suerte, no he tenido que pasar por un proceso tan traumático, pero sí empatizo con su modo de evasión del mundo gris real en el que vive para llenarlo de personajes molones y repletos de vida en su imaginación. ¿Tendré un cierto grado de síndrome de Asperger? Sin duda. No lo considero algo malo, sino todo lo contrario. Es, más bien, un modo donde, aquellos que tienen un gran poder imaginativo y se sienten desubicados, su mente les proporciona un modo de crear un universo más acorde a ellos. No entraré en debates clínicos ni psíquicos, pero sí mencionaré que, en ese poder imaginativo, Paul Dini encontró su felicidad y, por supuesto, ahí no podía faltar Batman. Tampoco el resto de personajes «cabroncetes» que pululan en los callejones de Gotham. ¿Has visto la portada? No puede ser más explícita y molona.
Para ilustrar la biografía, o parte de ella, de este autor, el dibujante Eduardo Risso se ha encargado de crear unas ilustraciones que son pura belleza. Es más, son tan narrativas visualmente que no necesitas de los textos para identificar lo real de lo imaginario en la vida de Dini. Cada una de las viñetas, cada salto en el tiempo, cada aparición imaginaria en la psique del protagonista o cada patada y gotas de sangre de la escena que conforma el conflicto de la historia son de extrema calidad. Un cómic cargado de dureza en algunos momentos, divertido en otros y lleno de emotividad sobre la vida de Dini.
No podemos pedir a nuestro ángel de la guarda que nos salve de aquello tan oscuro que nos rodea, pero al menos sí podemos pedirle que nos ayude a recuperarnos. Eso sintió Paul Dini y así lo expresa en su cómic más personal. Un cómic adulto, veraz, al que no le falta desarrollo, buen ritmo e imaginación. Todo un universo creativo que escapa, y por suerte, puede seguir haciéndolo, de la mente de uno de los autores más importantes de las historias de Batman.
Me parece que en esta ocasión…no va conmigo.
un beso.
Hola, Yolanda.
Es cierto que es una historia bastante personal. Lo mejor, a mi parecer, es el poder imaginativo de Paul Dini y cómo consigue evadirse de sus complejos con los personajes de los cómics. A mí me pareció una apuesta arriesgada y acertada.
Siempre es un placer saber de los gustos de otros lectores.
¡Un abrazo!