París en el siglo XX, de Julio Verne
Para un autor del siglo XIX, imaginar el escenario de 1960 a partir de lo que sucede en su propia realidad es un desafío. Pero Verne estuvo a la altura, se adelantó algunas décadas y creó una visión negativa pero que tiene mucho de cierto. Verne imagina esta metrópoli –París- a partir de lo que observa con la Revolución industrial, donde todo lo que importa es generar ganancias y agilizar la vida.
No muy lejos del mundo de hoy ¿No? Michel es el personaje central, un joven poeta, huérfano, que vive con sus tíos. Su familia está dedicada enteramente a los negocios, como todos en París. Michel quiere escribir, tiene sentimientos y lo plasma a través de su creatividad. Pero en el 1960 de Verne, a nadie le importa que haya talento. Michel está aislado, excepto por dos o tres personajes que lo van a acompañar en sus reflexiones y en sus aflicciones.
Michel sueña, sueña que lo va a lograr. Es inútil para la ingeniería o para le economía. Él es puro sentimiento, puro artista que habla de amor, de mujeres y no de máquinas. Pero Verne, es evidente que está preocupado por el futuro del mundo y arroja visiones negras, pálidas y descarta la posibilidad de la evolución del arte. Por suerte, Verne en eso se equivocó. Aunque si es cierta la dificultad que tiene el artista en triunfar en un mundo donde todo es economía y todo es maquinaría. Los sentimientos aún quedan pero es difícil y duro luchar contra una corriente que sólo quiere dinero y dinero.
No hay vueltas de tuerca pero si hay visión futura, mucha. Verne habla de una red telegráfica que conecta a todo el mundo y que nosotros llamamos Internet. Creo que eso es lo que más me asombra de Verne: su imaginación y su visión. No sólo ya me regaló viajes a lugares que ni él visitó, sino que también demuestra su capacidad para desarrollar escenarios que luego en el mundo se dieron.
Verne fue un escritor dinámico. Yo lo sigo eligiendo porque reconozco su grandeza aún siendo humilde su escritura. París en el siglo XX no es su libro más típico pero hay algo de esa capacidad de creación tan admirable en un hombre de siglos anteriores. Lo seguiré reseñando porque es un clásico que descubrí no hace tanto y es sencillo. Para nada complejo y ofrece mucho: imaginación, visión y aventura. Eso, también, es leer a Verne.
Rosario Arán (rosearan@librosyliteratura.es)
Tw: @rosearan
Me encanta. Es muy interesante rescatar estos libros que son, nada más y nada menos que arte, y los que lo escriben: artistas. La literatura actual está muy bien pero… ¡los clásicos son la vida!
Pedro:
Gracias por tu comentario, tan favorable con un clásico como Julio Verne, que creo, se lo merece.