Reseña del libro “Por si las voces vuelven”, de Ángel Martín
Todos vivimos habitados por voces, nuestra propia voz por supuesto, esa que nunca calla y siempre nos acompaña y que controla todos nuestros pensamientos, pero también por muchas otras, muchísimas. Parad un minuto a pensarlo, cuando leéis un mensaje de vuestra madre, ¿qué voz escucháis? y si os viene a la mente una bronca de vuestro jefe, ¿qué voz oís? A veces cuando leo, me imagino a un actor o actriz en concreto encarnando a un personaje en particular o si he visto antes la adaptación al cine de un libro y después me ánimo a leerlo, lo hago con la voz de esa actriz o actor, por ejemplo, me resulta imposible releer Harry Potter sin escuchar la voz de Daniel Radcliffe. Es como si nuestra cabeza fuera algo parecido a la película de Inside Out, pero en la que habitan cientos, miles de voces que hemos ido almacenando en nuestro interior y etiquetando desde el momento en el que nacemos. Ahora imaginad que todas esas voces perfectamente catalogadas y ordenadas un día deciden salir a la vez y comienzan a hablarte, el proceso es lento, sutil, hasta que un día te encuentras conversando con una voz en tu interior sobre lo guay que sería que estuviéramos viviendo en un multiverso y que esta, la realidad en la que estamos en este instante, fuera solo una de nuestras vidas en una dimensión paralela.
Ángel Martín vivió esto no hace mucho tiempo, las voces que le habitaban se esparcieron, se desordenaron dando lugar a lo que se le diagnóstico como un brote psicótico, en Por si las voces vuelven nos cuenta como fue todo eso de volverse loco y cómo fue el proceso de recuperar paulatinamente lo que llamamos cordura. Ángel nos invita a viajar con él por los recovecos de su mente, a conocer a fondo la locura y a saber cómo se transforma nuestra mente cuando pasamos por algo así.
No os voy a engañar, Por si las voces vuelven, es tan desgarrador como fascinante y necesario, aunque si conocéis a su autor ya sabréis que él sabe cómo quitar hierro al asunto y sacarte una carcajada hasta en los momentos más duros. Ángel nos cuenta que su entorno comenzó a darse cuenta de que algo no iba bien por su uso de las Redes Sociales, cuando felicitó a su novia de forma pública por su éxito con la película Wonder Woman. Pero la verdad es que cuando las voces llegan ni tu mismo te das cuenta de que algo no anda bien, hasta que tu mente comete un desliz verdaderamente llamativo que hace saltar las alarmas de los demás.
Este libro llamó mi atención desde el momento en el que supe de él, quizá porque yo también conviví con alguien a quien las voces se le habían descolocado, habían perdido su orden y nadaban dispersas por su mente. A mi abuela las voces le llegaban a través de los grifos y las tuberías, era el medio que elegían para ponerse en contacto con ella. La realidad es que nadie busca volverse loco, no es algo que se elige de forma voluntaria y eso es algo en lo que Ángel Martín hace especial énfasis, nos parece que eso de volvernos majaras nos queda muy lejos y es algo que ocurre en muy pocos casos y la verdad es que somos tan frágiles que no nos damos cuenta de ello. Todos tenemos ese famoso vaso que va llenándose gota a gota: una mala contestación, una humillación, un mal día, una mala racha…hasta que ese vaso rebosa y ¡alehop! las voces llegan y se te pira la pinza. Hoy en día se habla mucho, muchísimo sobre cuidar la salud mental, algo que es importantísimo y que esta muy bien, pero se habla poco de cuidarnos y es que, que poco cuesta ser amable y que poco se práctica a veces.
Por si las voces vuelven es un libro muy generoso, muy valiente y muy necesario. No hace falta que hayas pasado por una experiencia similar a la del autor, este libro esta pensado para dar un empujoncito a las personas que hayan pasado por algo así y dotar de herramientas muy valiosas a los que seguimos con las voces en su lugar. Ángel Martín nos habla de todo el proceso de su locura, de las tramas que creaba su mente, de su ingreso en psiquiatría, de cómo vivió todo eso mientras convivía con las voces, del por qué de que las voces llegaran y de como fue cuando se marcharon. Todos pensamos que cuando alguien recibe el alta tras haber estado ingresado por una enfermedad mental, todo esta bien, ya esta curado, las voces están en off y la persona esta lista para retomar su vida en el momento en el que la dejó, pero la realidad es que después de salir del hospital comienza la verdadera recuperación y queda mucho trabajo por delante.
Este libro es un testimonio en primera persona de lo que supone volverse loco. Duro, conmovedor, fascinante y también divertido. Un libro que ante todo describiría como generoso y que después de haberlo leído solo puedo decirle al autor que con esta novela sin lugar a dudas ha marcado un punto para los locos.
Libros como este, llenos de siceridad, son los mas necesarios. Buena reseña