Que empiece la fiesta

¿Puede una novela realista ser tan tremendamente divertida? Porque yo, divertirme, me he divertido mucho ¡Y falta que me hacía! Ya saben…Y si bien pocas veces cuento gran cosa del libro, por no decir que no les cuento nada (¿o sí? Nunca me acuerdo), miren, en este caso da absolutamente igual que les cuente o no que Sasà Chiatti es un constructor italiano que organiza en su residencia de Villa Ada, una super-mega-fiesta que pretende que sea el acontecimiento más grande jamás recordado en Italia.

Por cierto Villa Ada es uno de los parques más hermosos de Roma con un jardín botánico impresionante y un lago precioso, que naturalmente les recomiendo visitar, y que nuestro autor ha supuesto que el Ayuntamiento de Roma se ha visto obligado a vender. Al tiempo, amigos!

Cuando iniciamos la lectura del libro, en sus primeros capítulos nada sabremos aun del gran “fiestón”, conoceremos en primer lugar a un Secta Satánica, las Bestias de Abadón, a la que nada le sale bien, que son literalmente cuatro (y ni tan siuiera el de la guitarra) y a cuyos componentes, absolutamente penosos, les he llegado a tomar mucho cariño.

También conoceremos a Fabrizio Ciba, el escritor de moda, con pinta de progre, ególatra, pero en el fondo, como todos, un gran inseguro, que anda en busca de inspiración para escribir la obra que saque a la literatura italiana del sopor y el ostracismo en el que parece estar.

Y señores, si buenos son esos primeros capítulos, dejen ustedes “Que empiece la fiesta”, conozcan a esta flor y nata italiana y verán que de vedad merecía la pena hacerse con este libro.

 

Este era un buen momento para hacer un libro como el que nos presenta Niccolò Ammaniti, sin duda una gran sátira acerca de la opulencia y el despropósito en el que vive la sociedad italiana; que bueno, creo que no distará mucho de lo que cada uno de nosotros podemos observar en nuestro propio país.Se van a reír, se van a reír mucho, pero no por ello deja de ser un libro muy bien escrito, que por si acaso quiero decirlo, es brillante y consigue ampliamente su objetivo: Poner a caldo a todo lo que se mueve a dos patas dentro de un país y está bien porque así nadie se puede sentir ofendido ¿no creen?Les puedo contar todo menos el final, porque el libro va in crescendo continuamente, es como esa gran comedia humana que todos estamos viviendo, o sufriendo, o mejor dicho, que estamos viendo como viven algunos, incluso algún indignado que otro que vive tan solo de esa apariencia. Roma ya tiene sus propias ruinas, ¿cuales serán las de los demás?

El libro ha sido un regalo de mi farmacéutico, intercambiado, debidamente, por uno de “Penurias exquisitas”, risas por risas, crítica italiana por crítica española. Libros visuales de los que Federico Fellini o Berlanga  habrían sacado mucho partido, ¡ya les digo!

Aquí les dejo un par de esas críticas publicadas en papel, que a pesar de tener menos lectores que esta página, por ejemplo, parece que dan más credibilidad y gustan más, en general, a los autores y editores.

«Cruel, malvado, amoral, divertidísimo, Ammaniti retrata brillantemente una Italia desquiciada» (Les Inrockuptibles).
«La nueva palabra italiana para el talento es Ammaniti» (The Times).

Susana Hernández