Rusos: Postales de la era Putin

Rusos: Postales de la era Putin, de Hinde Pomeraniec

Rusia no necesita carta de presentación. El terreno más extenso del Planeta Tierra, una historia sangrienta plagada de zares y revolucionarios, de grandes  plumas plasmadas en clásicos como “Crimen y castigo” o “Guerra y paz”. Conocido también como la Ex Unión Soviética. Es allí donde está el disparador para que Hinde Pomeraniec en su libro Rusos: Postales de la era Putin, retrate la actualidad de una sociedad que emergió de las cenizas dejadas por la caída de todo un sistema político. Como una suerte de ave fénix, Vladimir Putin se cargó a sus espaldas el renacimiento de una nación que solía ser una potencia arrolladora.

Entre sus fuentes se encuentran el periodista inglés Misha Glenny y el escritor ruso Vladimir Sorokin. Entre los episodios que atraviesan la gestión de Putin como presidente de la nación, se enumeran situaciones terribles: Las masacres del teatro de Moscú y la escuela de Beslán a manos de terroristas chechenos, el hundimiento del submarino Kursk y los asesinatos de una periodista y un ex espía. Tétricas narraciones de hechos que arrojan una idea de la mentalidad de Putin para afrontarlos. Investigaciones periodísticas que quedan silenciadas por un arma o información confidencial que no se debe escapar y se transforma en un veneno que corre por las venas de Alexander Litvnenko y termina aniquilándolo en un proceso de deterioro escalofriante.

La autora se convierte en nuestra guía turística por Moscú y San Petersburgo y nos regala un pequeño paseo por Londres, donde la nueva oligarquía rusa reside luego de haberse llenado sus bolsillos sacando provecho y negociando en una economía destruida. Pomeraniec se transformó,  a través del periódico argentino Clarín, en una experta en la política rusa. En este libro, se puede jactar de conocer la cultura, de entender la política y de lograr narrarla como una crónica entretenida dividida en capítulos específicos para enfocar cada temática.

Cautivada por la narración y ahora reseñando el libro, me vinieron recuerdos de la tardes en que lo leí, en mi ciudad natal. Con el calor del verano, el frío invierno ruso parecía absurdo pero al mismo tiempo no parecía tan lejano gracias a los detalles de Pomeraniec para situarnos en el lugar. Después, significó buscar más información para ampliar lo ya dicho: los nombres de las personalidades asesinadas, la cobertura de los ataques terroristas que conmovieron a todos. Así caí de cara a las fotografías del ex espía, ya contaminado con el tóxico letal.

Es una invitación a entender donde está parada Rusia después de su abrupta caída. Intenta descifrar a un mandatario que consiguió devolver, en parte, la gloria a su nación. Equivale a una imagen del pensamiento de sus habitantes. Significa el micrófono que le da voz a gargantas que callan por miedo. Pero el libro Rusos es, más que nada, una porción de la historia de un gigante que vuelve a pisar fuerte.

Rosario Arán (rosearan@librosyliteratura.es)