Soy Charlotte Simmons

Soy Charlotte Simmons, de Tom Wolfe

El chico lindo que deja a la novia por teléfono, el cerebrito que está aislado del común denominador de la gente, el jugador de básquet estrella donde el juego es su pasaporte a la educación superior. De la vereda del frente, la chica popular con dinero y belleza que la convierte en reina y, por otro, la joven que quiere mantenerse tal como es. Esa es la sinopsis de un documental/película que hace poco vi por televisión llamado American Teen. De la misma forma, tantas cintas americanas se han burlado de la vida en las universidades que leer Soy Charlotte Simmons de Tom Wolfe me sonaba a historia conocida.

Las casi 900 páginas cubren desde la previa a un nuevo año universitario en la exclusiva Universidad Dupont hasta la finalización del primer año del personaje que le da nombre al libro. ¿Qué es Dupont? Su nombre está a la altura de las instituciones mimadas y envidiadas: Yale, Princeton o claro, Harvard. En esa previa, está Hoyt Thorpe: atractivo a más no poder, miembro de la hermandad Saint Ray con su amigo Vance y un episodio que se alargará hasta las últimas páginas.

Pero claro que hay una Charlotte Simmons en la historia: Oriunda de un pequeño pueblo de Carolina del Norte, estudiante aplicada y ganadora de una beca para estudiar en Dupont. El orgullo de su familia, quien insiste en que ella no modifique nada de su ser: ella es quién es y punto. Claro que viene de una familia sumamente religiosa, con poco dinero y donde su adolescencia pasó sin mucho drama juvenil.

Y un día, pasa lo que pasa…Charlotte llega a Dupont y se cruzan todos los personajes. Beverly, su compañera de habitación con una personalidad totalmente opuesta a la de Charlotte y luego Bettina y Mimi, las únicas dos amigas de Charlotte. No falta Adam Gellin, alumno de tercer año que se dedica a ayudar a los deportistas con sus trabajos mientras sufre de su falta de atractivo sin dejar de enorgullecerse por su capacidad intelectual. Finalmente, el círculo de conocidos de Charlotte se cierra con Jojo Johannsen, jugador de básquet que se encuentra en peligro frente a los jugadores de color negro y depende toda su vida del deporte y la valoración que de él tenga su entrenador.

Es predecible, sí. En muchos aspectos  no es más que un guión en bandeja para otra película que busca ilustrar la vida en los campus de las universidades. Pero es Tom Wolfe…¿Acaso no se trata de uno de los grandes nombres del nuevo periodismo? ¿De los que se aventuró con un género para darle atractivo? Sí, el mismo y por eso me sorprendió bastante al leer Soy Charlotte Simmons . No cabe duda que esta bien documentado y se interiorizó en la vida de las universidades para también realizar una “sutil” crítica al sistema educativo y a los jóvenes americanos en esa vida superficial de sexo, drogas y alcohol. ¿El estudio? Poco y nada.

Claro que se trata de un libro entretenido y después de tantas películas, uno se imagina de esta forma los campus norteamericanos. Sin embargo, se trata de las mejores universidades del mundo y esto es lo que, creo, Tom Wolfe intenta poner en cuestión: ¿Cómo los alumnos de las mejores universidades del mundo dedican tan poco tiempo al estudio y llevan adelante la bandera de la juerga eterna?

A decir verdad, esperaba algo más de uno de los libros de Wolfe, después de todas las expectativas que le había puesto tras tantas lecturas de su nombre en mis clases de periodismo. Quizás tendría que entender que la escritura se acomodó a la historia y la historia quería mostrar mucha superficialidad. Pero si en cada libro suyo el autor investiga para demostrarnos la verdad y tras la ficción esconde una realidad, es suficiente para que aunque se trate de historias conocidas, sean leídas.

Rosario Arán (rosearan@librosyliteratura.es)