Cartas desde Dinamarca, de Karen Blixen
Te he hecho pobre, mi dulce amor.
Estoy lejos de ti cuando estoy cerca.
Te he hecho rico, mi corazón.
Estoy cerca de ti cuando estoy lejos.
Karen Blixen, “Tempestades”
Te he hecho pobre, mi dulce amor.
Estoy lejos de ti cuando estoy cerca.
Te he hecho rico, mi corazón.
Estoy cerca de ti cuando estoy lejos.
Karen Blixen, “Tempestades”
Esta colección de entrevistas, o como dice el subtítulo del libro, esta colección de retratos, se publicita acertadamente como un medio para aproximarse a la realidad de China, la sociedad llamada a ser referente en el futuro, y uno se asoma a sus páginas con la esperanza de encontrar ese vínculo humano que permita comprender a un pueblo que de tan lejano y hermético se antoja cuanto menos como un arcano.
La vía de servicio del camino que conduce a la perfección en la técnica narrativa, a menudo lleva a la frialdad, a la distancia, y evitar eso tal vez sea uno de los mayores méritos de este deslumbrante libro de Isak Dinesen: alcanzar cotas de perfección formal francamente apabullantes sin abandonar ni por un momento la calidez imprescindible para que las historias que cuenta se vivan, no sólo se lean. El dominio de la técnica literaria que exhibe la autora en Carnaval y otros cuentos es, además, el único calzador posible que permite introducir tantas vidas, tantos sentimientos y tantas formas de contarlas en un espacio por lo demás tan reducido.… Leer la reseña completa del libro "Carnaval y otros cuentos" “Carnaval y otros cuentos”
En estos tiempos en que tanto se habla de maridajes, hay que reconocer que hay cosas que no suelen combinar bien, y los niños y los cadáveres eviscerados son una de ellas. No obstante, cuando por obra y gracia de una escritora de talento como Gladys Mitchell armada con dosis infinitas de elegancia británica y humor sutil sí que lo hacen, el resultado es especialmente sabroso. Los niños-detective que protagonizan “Cuando sale la luna” merecen un lugar de honor en la no muy extensa nómina de personajes infantiles bien construidos, tan fieles a su condición de personajes literarios como a la de detectives como, y sobre todo, a la de niños.
Probablemente nos encontremos ante el más original y brillante de los homenajes a Dickens que se hayan publicado en este año de celebración de su bicentenario, un libro en el lo único que no hace Dickens es escribir, de eso se encarga la estupenda nómina de cuentistas que se alojan en esta pensión, Bleak House Inn. Ninguno de ellos trata de imitar al genio inglés, y eso es un acierto, pero todos ellos se dejan inspirar por su espíritu (curiosamente algo que ocurre también en uno de los cuentos, aunque cabe suponer que en este caso sea de forma algo menos literal) y el resultado es una actualización del clásico, una colección de relatos que a Dickens, de vivir en nuestros días, le habría encantado leer.
Los cuentos de Teo tienen algo que me costaría definir porque no se encuentra necesariamente confinado entre su portada y su contraportada, no está descrito en su texto ni dibujado en sus ilustraciones, sino que más bien se encuentra en la sonrisa y la cara de ilusión con que mi hijo se acerca con un libro en la mano y me dice «¿me cuentas un cuento de Teo?» Y uno sabe que está en un territorio seguro, entrañable, uno sabe que no va a compartir con su hijo unos minutos de acción trepidante, de nervios, sino que va a vivir uno de esos momentos sosegados en los que un niño abre los ojos como si en ellos cupiera el mundo, que cabe, y el mundo fuese además algo parecido al escaparate de una tienda de chucherias.
Esta es una historia profundamente conmovedora, es difícil que su lectura no cueste al menos una lagrimita incluso al más curtido de los lectores porque lo que Douglas Kennedy no invierte en alardes estilísticos ni en profundidad psicológica lo invierte en carga emotiva (y es interesante porque los libros con índices de venta comparables a este suelen invertir esos ahorros en ritmo) y lo hace de forma terriblemente efectiva aunque tal vez un tanto primaria. Pero, intencionadamente, he usado el término historia, y no texto o novela, porque es esa la fuerza de este libro, El momento en que todo cambió, la historia que cuenta, no cómo lo hace.… Leer la reseña completa del libro "El momento en que todo cambió" “El momento en que todo cambió”
Imagínense a Romeo y Julieta trasladados al Japón feudal, a clanes ninja rivales, esto es, rodeados de guerreros que escupen espadas, se trasforman en babosas, lanzan esputos mortales, se integran en las paredes, matan con su aliento, adquieren la apariencia de otros, se inflan a voluntad, aniquilan con la mirada, son capaces de correr 120 kilómetros diarios (tres maratones en un día, y al día siguiente otros tres, no sé si se hacen una idea) y, en fin, dominan las más sofisticadas y secretas artes del asesinato. Imaginen una historia de amor dentro de un libro de acción trepidante, de duelos, emboscadas y muertes cuyos protagonistas poseen cualidades sobrehumanas.… Leer la reseña completa del libro "Los ninjas de Kôga y su código secreto" “Los ninjas de Kôga y su código secreto”