Arrugas, de Paco Roca
Estimado Paco Roca:
El miedo es algo poderoso. Te paraliza el cuerpo, agarrota los sentidos, y te deja en un estado de inconsciencia. Así pasé parte de mi vida, mientras veía cómo mi marido progresaba, iba recorriendo los pasillos de la residencia con la mirada perdida, como si buscara un punto en el horizonte que se le había perdido. Y yo, como si fuera un fantasma que circulaba a su lado, sin cadenas en los pies, pero arrastrándolos de la misma forma, simplemente le miraba. Intentaba hacerme una idea de lo que pasaba por su cabeza, por ese nudo de neuronas que empezaban a deshilacharse como una bobina de lana que ya se está quedando vieja.