Baile con serpientes, de Horacio Castellanos Moya
Cuando recibe un puñetazo no se espera de él que se detenga en valoraciones sobre lo depurado de la técnica del golpeo o el ángulo de incidencia del puño sobre su cuerpo ni sobre el conocimiento anatómico del agresor a la hora de seleccionar el lugar a golpear. No se espera de uno que a continuación se dirija al legítimo propietario del puño que acaba de impactarle para decirle “permítame comentarle que su técnica es admirable, posee usted un don natural para el uppercut”. No obstante, si el puñetazo es literario, y este Baile con serpientes lo es en toda regla (especialmente las partes primera y última, las narradas en primera persona por el protagonista), y el golpeado es reseñista, se espera de él que recupere el resuello y diga unas palabras sobre lo impecable de la golpiza.… Leer la reseña completa del libro "Baile con serpientes" “Baile con serpientes”