Bleak House Inn, Vv. Aa.
Probablemente nos encontremos ante el más original y brillante de los homenajes a Dickens que se hayan publicado en este año de celebración de su bicentenario, un libro en el lo único que no hace Dickens es escribir, de eso se encarga la estupenda nómina de cuentistas que se alojan en esta pensión, Bleak House Inn. Ninguno de ellos trata de imitar al genio inglés, y eso es un acierto, pero todos ellos se dejan inspirar por su espíritu (curiosamente algo que ocurre también en uno de los cuentos, aunque cabe suponer que en este caso sea de forma algo menos literal) y el resultado es una actualización del clásico, una colección de relatos que a Dickens, de vivir en nuestros días, le habría encantado leer.