El viento comenzó a mecer la hierba, de Emily Dickinson
Hace mucho tiempo, más o menos cuando contaba con diecisiete años a mis espaldas, me encontré con una pequeña antología de Emily Dickinson que me dejó con la boca abierta. En uno de esos poemas, encontré todo aquello que podía sentir yo en aquellos momentos, y por eso supe que estaba ante un libro que, no podía ser de otra manera, era único. El poema decía así: Se parece el dolor a un gran espacio;/ recordar no podría / cuando empezó; si hubo / sin él un sólo día. Fue entonces cuando se me empezó a acelerar el corazón, cuando mis ojos temblaron con la emoción de un niño pequeño, y abracé a la poetisa que me hablaba desde otro tiempo a mí, desde unas páginas, hasta llegarme al mismísimo corazón.… Leer la reseña completa del libro "El viento comenzó a mecer la hierba" “El viento comenzó a mecer la hierba”