Una tienda en París, de Màxim Huerta
Querido X:
Hubo un tiempo en el que necesité ser feliz. Era absurdo. Me comportaba como un niño pequeño cuando los años ya habían empezado a entrar por la puerta, cansados como sólo pueden estarlo los que han dado muchas vueltas a la vida y ella ha jugado con ellos. Por aquel entonces, caminaba por las calles de mi ciudad como si fuera el dueño de cada piedra, de cada acera, de todos los edificios que pasaban veloces ante mis ojos, porque en realidad el mundo giraba en torno a mí, no yo en torno a él.… Leer la reseña completa del libro "Una tienda en París" “Una tienda en París”