Mi madre y la música, de Marina Tsivietáieva
Mi madre nos dio de beber de la vena abierta de la Lírica, como nosotras después,
habiéndonos abierto la nuestra sin piedad, intentamos dar de beber
a nuestros hijos la sangre de nuestra propia tristeza. Qué suerte para ellos – que no lo
conseguimos, para nosotros – ¡que lo consiguiera!
habiéndonos abierto la nuestra sin piedad, intentamos dar de beber
a nuestros hijos la sangre de nuestra propia tristeza. Qué suerte para ellos – que no lo
conseguimos, para nosotros – ¡que lo consiguiera!
Si la relación de una madre y su hija es algo de natural literario, contada por Marina Tsivietáieva sólo podría ser lo que es este pequeño tesoro, la vida en 64 páginas, la belleza, la frustración, el esfuerzo, las expectativas defraudadas, la convivencia y, como no, la música, pasadas por ese tamiz que lírico ilumina cada objeto de la mirada de una poeta como ella.