Lo primero que llama la atención de Thor: Relatos de Asgard es la extraordinaria edición. No es necesario abrir el cómic, el exterior ya muestra las suficientes y llamativas peculiaridades como para atraer miradas: Mjölnir, el martillo del poderoso dios del trueno, representado sobre una portada acolchada que se une a un lomo de color castaño; las hojas, todas y cada de una de ellas, aparecen ajadas, como si estuvieran gastadas por el paso del tiempo o por el uso continuado y desmesurado de lectores ávidos de conocimiento; un desgaste simulado, y que a más de a uno le gustaría saber cómo narices ha hecho Panini para elaborarlo, que junto al marcapáginas de hilo ponen el broche final para que una vez lo sujetes entre tus manos tengas la sensación de sostener una especie de libro sagrado, un vetusto grimorio o un antiguo volumen sobre leyendas ya olvidadas hallado en una biblioteca milenaria.
Bien, tenemos una edición excelente, pero un regalo no es mejor por poseer un bello envoltorio. Así que, la siguiente cuestión surge casi en el preciso momento en que el embelesamiento producido por la primera impresión del tomo Thor: Relatos de Asgard se desvanece: ¿lo que hay en su interior está a la altura del envase? Pasen y vean y descubran junto a Stan Lee y Jack Kirby a los poderosos dioses nórdicos.
¿Quién no conoce a Thor, Odín o Loki? La verdad es que desde que irrumpieron en los cines de todo el mundo es difícil encontrar a alguien que no conozca al trío de dioses, el hogar en el que viven y su íntima, y en ocasiones compleja, relación con Los Vengadores. Pero en el momento en el que profundizamos un poco más en las biografías de los personajes o en las costumbres de su tierra descubrimos que nuestros conocimientos tal vez cojean. ¿Cómo se ganó Thor su martillo? ¿Por qué perdió Odín uno de sus ojos? ¿Loki fue siempre así de artero? Thor: Relatos de Asgard es la respuesta a esas preguntas y a todas las que alguna vez se nos han pasado por la cabeza y que tienen relación con esa simbiosis entre la mitología nórdica y la de La Casa de las Ideas.
Stan Lee como guionista y Jack Kirby a los lápices nos ofrecen en Thor: Relatos de Asgard un cómic en tres actos que, como en una obra de teatro clásica, va de menos a más. La primera parte va más encauzada a mostrarnos los inicios del mundo asgardiano, los primeros pasos de Odín hasta alcanzar su estatus de dios supremo y las biografías de los personajes más emblemáticos de las leyendas nórdicas. De esta manera seremos testigos de las luchas épicas que llevaron a Odín a la construcción del Bifröst, el puente arcoíris que une Midgard (la Tierra) con Asgard, o de como el padre de todos adoptó al pequeño Loki sin saber que introducía en su reino el mayor de los peligros. En este tramo que comprende más de 100 páginas también encontramos los primeros años de vida de Thor y Loki. La rivalidad que los llevaría a enfrentarse en innumerables ocasiones siendo adultos ya se deja intuir en la niñez de ambos dioses. Stan Lee y Jack Kirby modifican y hacen suyas algunas de las leyendas más emblemáticas que se contaban entre los vikingos y una muestra de ello es aquella que explica la inmortalidad del guerrero Balder el Bravo, en la que Loki trata de encontrar una forma de matar a alguien a quien, por juramento sagrado, nadie puede infligir daño. Creo que el libro Mitos Nórdicos de Neil Gaiman puede ser un gran complemento de este cómic para así ir comparando y descubriendo las variaciones que fueron introduciendo Stan Lee y Jack Kirby para conseguir que los momentos más relevantes de la mitología nórdica también formaran parte del Universo Marvel.
Si en la primera parte de Thor: Relatos de Asgard el tándem Lee/Kirby se las apaña para narrar mitos utilizando solo cinco páginas por historia, (haciendo gala de una capacidad de síntesis acojonante) en las dos sagas siguientes que completan el tomo prorrogan la misma estructura narrativa, con la diferencia de que las historias tienen una relación mucho más directa entre ellas. El Ragnarök (la batalla final en la que incluso los dioses perecerán) por un lado y la búsqueda de La montaña mística o reino secreto de Xanadú son los acontecimientos que harán que Thor, Loki, Fandral, Hogun y Volstagg se pongan en marcha. La primera saga está marcada por el viaje marítimo a bordo de un langskib (barco de guerra vikingo) y la sensación de una búsqueda infructuosa y a contrarreloj para intentar evitar el fin del mundo. En la saga de La montaña mística los autores nos introducen por tierras de oriente medio para, como si de La mil y una noches se tratara, llevarnos a lugares con genios, alfombras voladoras o ladrones de reconocida fama.
Thor: Relatos de Asgard es uno de esos cómics de aventuras y fantasía que, con un lenguaje grandilocuente que recuerda al teatro más clásico (incluida la sobreactuación y algún deus ex machina) y con un dibujo del Kirby más sesentero, había que tener en cuenta; la edición especial de Panini lo convierte en un imprescindible para todo fan del dios tronador.