Reseña del libro “Todo en orden”, de Luis Sánchez Martín
Los once relatos que componen Todo en orden, de Luis Sánchez Martín y editado por Chamán Ediciones, son una bofetada de realidad. Esa realidad de los que trabajan de nueve a dos y de cuatro a siete y media (título del primer relato del libro, que nos recuerda a esa frase hecha de vivir para trabajar en vez de trabajar para vivir); de los que acaban dependiendo de alguien que no los valora en absoluto (como ocurre en la segunda historia, finalista del III Concurso de Relatos contra la Violencia Machista del Ayuntamiento de Terrassa) o de los que aún arrastran en su vida de adulto las consecuencias de sus decisiones de adolescente. Quien más y quien menos se ha visto (o se ve) atrapado por la precariedad laboral o por una relación tóxica, ha deseado arreglar cuentas con su pasado o con ese jefe que le amarga la vida; en definitiva, se ha sentido engañado por todas esas promesas del sistema capitalista que terminan por convertirse en exigencias sin recibir nada a cambio.
Los que se vean reflejados en alguno de estos supuestos, empatizarán con los personajes que desfilan por las páginas de Todo en orden, personas normales y corrientes (en su mayoría, de clase baja, aunque todos conocemos a gente que en las mismas circunstancias se define como clase media), hastiadas de la sociedad en la que les ha tocado vivir.
Con lo expuesto, creo que queda claro que hay mucho realismo sucio en esta antología, que la crítica social lo impregna todo; pero Luis Sánchez Martín también nos da pequeñas dosis de humor negro, como en esa escena de un entierro, en la historia de ese empleado que se convierte en el Robinson Crusoe del siglo XXI o la de la reencarnación en otro ser que, a priori, tiene una existencia más plácida que la humana. Este último también tiene un toque de realismo mágico, al igual que otros relatos de Todo en orden, con algo así como viajes en el tiempo o desdoblamientos en los objetos más amados (como en uno de mis relatos favoritos de esta antología, finalista del V Certamen de Relatos Pablo de Olavide).
Todo en orden es un libro duro, cruel en muchos momentos (aviso de que hay alguna historia con torturas explícitas); pero no por eso deja de tener personajes sumamente reales. A fin de cuentas, sus circunstancias suelen serlo y las viven con la misma frustración y hartazgo que sentiríamos (o sentimos) cualquiera de nosotros.
A pesar del dolor, la rabia y la soledad que destilan los once relatos de Todo en orden, muchos de ellos también reivindican «el derecho a morir con las botas puestas», como bien señala la contraportada. Monotonías rotas por inesperados giros finales, historias de las que no nos percatamos de la verdadera dimensión hasta el último párrafo o regodeo en nuestras fantasías más oscuras. Todo esto encontramos en el libro de Luis Sánchez Martín. Una lectura para plantearnos en qué sociedad vivimos y hasta dónde somos capaces de llegar para ponerlo todo en orden.