Llevaba tiempo siguiéndole la pista al libro que hoy os traigo. Lo había visto en varias cuentas de Instagram y tanto el argumento como el título me rogaban que lo leyese, así que aquí estoy para contaros toda la verdad de estas Tres pequeñas mentiras, de Laura Marshall.
Ellen es los ojos a través de los que vamos a observar casi todo lo que ocurre y casi todo lo que pasó. Ella es quien encabeza la mayoría de los capítulos, aunque digo «casi» porque hay otras que nos permitirán contemplar las cosas desde puntos de vista muy diferentes: Olivia y Karina, que no desvelaré quiénes son para aumentar el misterio.
Ellen es amiga de Sasha y ambas comparten piso en Londres. Ellen y Sasha ya eran amigas diez años atrás cuando pasó algo en sus vidas. Y a pesar de aquello, siguen manteniendo la amistad. Sin embargo, un día Sasha no regresa, y en la búsqueda que emprende Ellen se van descubriendo cosas. Cosas que hacen que Ellen no sepa qué pensar ni cómo reaccionar. Cosas de aquel pasado. Y poco a poco irán saliendo a la luz todos los secretos.
Pero, ¿conoce Ellen a Sasha en realidad? ¿Por qué se siente Ellen observada? ¿Quién la persigue? ¿Qué ocurrió realmente hace diez años? ¿Cuál es la verdad? ¿Cuáles son esas tres mentiras?
Sí, tres mentiras, afirmaciones que alguien hace siendo consciente de que no son verdad. Y vale, a veces decimos mentiras que nos benefician pero que no hacen daño a nadie. Mentirijillas, porque ¿quién no ha mentido alguna vez? Y otras veces precisamente mentimos para no molestar a otros, para que se sientan mejor.
Pero las peores mentiras son aquellas que se emplean para hacer todo el daño posible a alguien. Mentiras que le pueden hundir y arruinar su vida. ¿Por qué lo hacemos? ¿Qué sacamos con ello? Quizás tenemos miedo a otras personas, quizás queremos vengarnos, o quizás sin saber algo a ciencia cierta suponemos mal y creemos a alguien. Nos dejamos llevar erróneamente por nuestro instinto.
Entonces, ¿qué tipo de mentiras son las que existen en esta historia? ¿Cuáles son sus consecuencias? Las respuestas a estas preguntas son lo que da sentido a la novela y lo que nos empuja a seguir adelante. Lo que pasa es que no puedo daros detalles, porque la intriga, la emoción y el suspense son fundamentales para que podáis disfrutar de este thriller. Para que vayáis lentamente destapando las verdades.
Además, lo fascinante de este libro es que la autora nos sorprende a cada rato, siendo capaz de mantenernos con el alma en vilo desde que empieza la historia hasta que termina. Pero, ¿cómo lo consigue? Bueno, yo creo que ha sabido proporcionarnos a la perfección un ritmo ágil, rápido y fresco gracias a los saltos temporales que nos encontramos. Así, pasamos de estar con Ellen en 2017 en plena desaparición de Sasha, a estar con Olivia en 2007 en pleno juicio, a estar de nuevo con Ellen en 2005 cuando todo comenzó.
Estos saltos son espléndidos porque dan vida a la historia. No sabemos qué vamos a encontrarnos en el siguiente capítulo, en qué momento del tiempo vamos a estar, ni qué pistas hallaremos. Pero sí somos conscientes de que vamos a disfrutar haciendo trabajar a nuestra mente, ordenando el puzle y alcanzando la verdad.
Asimismo, Laura Marshall también ahonda en lo que a la mayoría de las personas nos produce ansiedad: el no saber dónde se encuentra alguien querido, qué le ha podido pasar, y sobre todo, el ser engañados, haber tenido una venda sobre los ojos. Una venda que evita contemplar cómo afloran los celos, la envidia, la obsesión y las amistades tóxicas.
Todos estos ingredientes funcionan muy bien en una historia siempre y cuando el autor logre que el lector los sienta muy reales. Aquí ella lo consigue, pues yo he saboreado cada uno de ellos. De hecho, me he visto dentro de la trama y me he devanado los sesos intentando deshacer el nudo de esas mentiras que protagonizan la novela. Y eso es lo apasionante, lo que me gusta como lectora. Eso precisamente convierte a este libro en una buena lectura, una lectura perfecta para todo aquel que quiera disfrutar de un buen thriller.
Yo ya he descubierto esas Tres pequeñas mentiras. Así que ahora os toca a vosotros.