Nunca juzgues un libro por su portada. Esta es la frase que me guía cada vez que piso una biblioteca o una librería y siempre me ha funcionado. En este caso, casi todas las portadas del género romántico son iguales y no revelan demasiado acerca del contenido del libro. Por lo tanto, tras leer su sinopsis y ver quién era su autora, me decidí a leerlo. Lisa Kleypas es una de las autoras más aclamadas y con más trayectoria de la literatura romántica actual e histórica y esta saga me llamó especialmente la atención.
Un seductor sin corazón, la primera entrega de la saga Los Ravenel, está ambientada en la Inglaterra de finales del siglo XIX y narra los acontecimientos que suceden tras la muerte del conde Theo Ravenel, que deja tras de sí una enorme cantidad de deudas a su heredero, su primo Devon Ravenel, conocido en todo el país por ser un seductor incorregible y un sinvergüenza irresponsable. El futuro de su viuda, lady Kathleen, y de Helen, Cassandra y Pandora, las tres hermanas pequeñas del difunto conde, que viven en la mansión familiar Eversby Priory, pasará a depender de las decisiones de Devon. Y este no será el único problema, porque entre éste y una de ellas comenzará una historia de amor que cambiará sus vidas para siempre…
Me ha encantado conocer la pluma de esta autora, no demasiado descriptiva ni compleja pero llena de detalles que hacen que la novela se lea sola. Además, su forma de describir las emociones y los sentimientos de los personajes en cada momento es especial, puesto que les dota de una personalidad que hace que el lector empatice con ellos en cada una de las situaciones que se dan a lo largo de la novela. Algo que me ha encantado y me ha llamado la atención de esta misma es que no solo da importancia a los personajes principales, sino que los personajes secundarios juegan un papel esencial en el desarrollo de la novela y, en ocasiones, me han llegado a gustar más y he llegado a disfrutar más con sus historias.
La trama amorosa, a pesar de ser bastante predecible, como suele ocurrir en casi todos los libros de este género, tiene un desarrollo paulatino que la hace totalmente creíble a lo largo de la novela. No es amor a primera vista y es una historia que está totalmente justificada, aportándole así un elemento de realidad a la ficción. Además, llegas a vivirla junto a sus personajes en cada uno de sus capítulos y te llegas a poner en su piel al estar narrado desde ambas perspectivas. Y eso es algo con lo que he disfrutado enormemente. Otra cosa que me ha encantado es que a esta trama principal se le unen otras subtramas que hacen que la lectura sea ágil y completa. Y si a esto le añadimos algunos diálogos divertidos e irónicos que te sacan una sonrisa a medida que vas leyendo, convierten esta primera entrega de la saga en una buena lectura.
A pesar de que es una novela bastante introductoria y demasiado predecible en general, Un seductor sin corazón ha resultado ser uno de esos libros que recomendaría especialmente para estos meses de verano. Es entretenida, romántica y divertida a partes iguales y, con su final, deja a los lectores con los elementos justos de intriga para querer continuar leyendo la saga. Los personajes, en especial los personajes secundarios, me han enamorado y siento que necesito continuar con sus historias para saber qué termina ocurriendo con ellos. En definitiva, este es un libro perfecto para todos los apasionados de la novela romántica y para los que quieran endulzarse el verano con una lectura fresca, divertida, fácil de leer y llena de diálogos ingeniosos e irónicos.
Me ha encantado el primero de Los Ravenel, deseando el segundo empezarlo, esta autora escribe genial! Donde puedo recomendar algunos de mis favoritos de romántica! Gracias por las reseñas
Saludos
Nosotros recomendamos todo tipo de libros, ni idea Che! Me alegro mucho de que te haya gustado, a mi también me encantó. Seguro que el segundo también te gusta, Lisa Kleypas es una de las mejores autoras de romántica actuales.
No he leído demasiado a Lisa Kleypas pero tu reseña me ha picado la curiosidad, aunque el verano ya haya pasado 😉