Definitivamente me he enamorado de la literatura italiana. Al igual que sus ancestros romanos y su cultura —tomada de los griegos—, su literatura es trágica, bella y solemne. He visto más cine de firma italiana que leído libros, pero eso está cambiando ya que cada libro de Italia que cae en mis manos es una delicia: evocador con esos paisajes de la costa mediterránea, vibrante, intenso y completamente adictivo.
Una familia decente de Rosa Ventrella, cuenta la infancia y juventud de María De Santis en Bari, una pequeña localidad italiana en la que la miseria es el pan de cada día. La novela de Rosa Ventrella ha sido comparado con la ya famosa tetralogía napolitana de Elena Ferrante, Las dos amigas. María es una niña muy similar a la Lila de Elena Ferrante: criada en un entorno familiar de extrema pobreza y violencia, pequeña, morena, rebelde y tan inteligente que la educación se convierte en su única vía de escape de la pobreza que la rodea. A partir de aquí se acaban las similitudes, ya que en Una familia decente la historia no girará en torno a la amistad y tiras y aflojas de dos niñas desde su más tierna infancia hasta la vejez, sino que lo hará sobre una amistad infantil que dará paso a un primer amor juvenil con tintes de Romeo y Julieta por su imposibilidad.
Me llamo María. María De Santis. Nací pequeña y morena como una ciruela madura. Al crecer, mis rasgos silvestres se acentuaron y con los años, para bien o para mal, me hicieron distinguirme de las demás niñas del barrio. Una boca grande, grande, y unos ojos rasgados que brillan como puntas de alfiler. Manos largas y desaliñadas heredadas de de mi abuelo paterno y un determinado modo de ser rencoroso e insolente heredado en cambio directamente de Antonio, mi padre.
La historia de una joven de familia desestructurada y humilde marcada por un amor imposible no es nada original, pero lo que hace que una vez más seamos capaces de disfrutar del libro y reconocer su entidad propia, es la manera en la que Rosa nos lo cuenta. Como decía al principio, los autores italianos tienen un je ne sais quoi que hace que esta clase de historias en sus manos sean más melancólicas y desgarradoras. No sé si será ese ambiente mediterráneo, pero consiguen que la fealdad y la pesadumbre de las circunstancias, se conviertan en algo bello y hondo, que deja huella. A esto también ayuda un estilo sin grandes alardes, sino más bien con una prosa sencilla, cruda y real, que nos mete de llenos en la historia.
Si tenemos que etiquetar Una familia decente diríamos que se trata de una novela de iniciación y crecimiento en la que cobra especial relevancia la educación como único modo para ser alguien en la vida y para escapar de unas circunstancias adversas regidas por la ausencia de oportunidades.
Aquel rinconcito de clase que era mi pupitre con el tiempo se había transformado en el trampolín de lanzamiento para llegar a otra dimensión que, del pasado o del futuro, no importaba, me permitía escapar. De un lado, la esfera de aire tumefacto y fétido en la que flotaban nuestras casas, todo el barrio hasta el paseo marítimo; del otro, el mundo de arriba que, en mi mente, debía partir de un punto del cielo al que no me era posible aferrarme y más allá del cual comenzaba una realidad distinta.
También podríamos decir que se trata de una novela costumbrista ya que no sólo María, sino que el resto de personajes que la acompañan: su madre, su padre, su abuela, sus hermanos, Michelle y su familia y el resto de sus vecinos nos permiten ver cómo es el día a día de en el barrio. Precisamente Bari, con sus calles sucias pero llenas de vida y de gente, se convierte en un personaje más de la obra gracias a las descripciones de la autora que nos trasladan a ese pequeño rincón de sur italiano.
Volviendo al principio, me gustaría añadir que aunque Una familia decente tiene algunos puntos objetivamente semejantes a los libros de Elena Ferrante, es un libro que se merece el éxito por sí mismo, al margen de las comparaciones. Como curiosidad, eso mismo ha debido de pensar Netflix que se ha hecho con los derechos para llevar la historia de María y su familia y vecinos a la pequeña pantalla. Así que no perdáis el tiempo y disfrutad de este maravilloso libro antes de que todo el mundo hable de la serie.