Al sur de la frontera, al oeste del Sol de Haruki Murakami
Caminó, tiró la mochila y se dejó caer en el asiento de al lado. Sólo me puse colorada y miré por la ventana. Cuando volví la vista, en sus manos tenía un libro de muchas páginas y no pude esconder la sonrisa. ¡A ese chico, además de ser lindo, le gustaba la lectura! Mínimo de cuatro horas en un colectivo de larga distancia, tenía la excusa perfecta para hablar. Abrió el ejemplar y pude ver la portada. Al autor lo reconocí porque todo el mundo habla de él pero no pude retener el título. La vergüenza me ganó y, pese a haberme ofrecido su almuerzo, no pude entablar conversación. Meses después, decidí probar con una novela corta del autor que leía mi compañero de viaje ese día de diciembre. Así cayó en mis manos Al sur de la frontera, al oeste del Sol de Haruki Murakami.
Lo primero que hay que decir es que su escritura es cautivante. Lo segundo, es que la historia parece una más pero que con aportes magistrales la transforma en una bella narración. Fácil de imaginar gracias a su elegancia para contar lo más insignificante, la novela comienza con la niñez de Hajime en una ciudad de Japón. Lo básico de ese momento es su amistad con una niña coja, también hija única, llamada Shimamoto.
Luego, se vendrán los años de secundaria que sirven de escenario para el despertar sexual y su primera relación amorosa con una compañera de secundaria. Sin detenerse demasiado en detalles que no lo marcan tanto como lo hacen sus equívocos amorosos, Murakami nos muestra un Hajime maduro, casado y con dos hijas.
En este momento de su vida, donde parece haberse establecido con su familia y un negocio próspero en Tokio gracias a dos bares, cuando el pasado comienza a correrlo. Primero, encarnado en un compañero de secundaria que le traerá a la memoria su primera novia. Después, será Shimamoto en persona quien vuelva a acercarse a su vida.
Dueños de una sutileza admirable para coquetear, sin decir nada pero diciendo mucho, Hajime y Shimamoto se ven compartiendo momentos que se perdieron cuando se separaron. Es ella quien le regala respuestas o sensaciones diferentes que lo desestabilizan y parecen escupirle en la cara las lecciones que creía aprendidas. Con ella, Hajime no se pone límites.
Ella es un personaje singular, envuelto de misterio, que sugiere tanto pero esconde mucho más. Se transforma en una droga que Hajime necesita pero por más de que lo intente, no puede construir la historia de esa mujer. En esa amistad enfermiza, Hajime se encuentra inseguro con todo lo que él creía conocer.
Cargada de reflexiones, con una historia de amor y desamores que se distingue por una construcción magnífica de los personajes, esta novela es una gran invitación al mundo de Murakami.
Es curiosa la forma en que uno se decide por un autor. No habré podido hablar con el chico que viajó conmigo y con quien sólo compartimos un par de horas sentados juntos, pero sí le puedo agradecer que, inconscientemente, haya sido la excusa para animarme a leer a Murakami.
Rosario Arán (rosearan@librosyliteratura.es)
Me gustó mucho este libro, los personajes, la historia, la melancolía y delicadeza, el estilo de Murakami… De este autor también he leído Tokio Blues y Sputnik mi amor y todos me han gustado mucho. Un saludo.
No se, la verdad, estas historias de amor, romanticismos y cosas parecidas no me atraen mucho que digamos, no creo que me decida a leerlo.
Un saludo
Me ha encantado tu introducción, cuantas veces habré pasado yo por una situación parecida…
En cuanto a Murakami, leí hace tiempo ‘Kafka en la orilla’ y me dejó sensaciones muy ambiguas. Por un lado, recuerdo muy bien ese talento al que te refieres para cautivar a través de la elegancia y la sugestión; pero luego, según avanzaba la novela, me pareció que el autor se enredaba con la historia de una manera un tanto torpe y pretenciosa. Ahora me has despertado la curiosidad y pienso que quizás sea la hora de concederle una segunda oportunidad a Murakami. Un saludo!
Lo estoy empezando ahora y me está enganchando desde el principio 🙂
hey!
enlazo tu reseña del libro en mi blog.
un saludo 🙂
Muy similares las sensaciones entr TOkios,Sputnik y al sur de la frontera.Manejo impecable de la nostalgia y lla melancolia.Enternece.
Gracias por sus comentarios.
Tengo ganas de volver a encontrarme con Murakami asique pronto seguramente lo haré con After dark.