10 recomendaciones de libros infantiles para esta Navidad

10 recomendaciones de libros infantiles para esta Navidad

Cuando se acerca la Navidad, parece que la maquinaria de libros infantiles se pone en marcha y aparecen ante nosotros un aluvión de novedades que nos llevaríamos a casa y que deseamos tener por encima de todo. Uno de esos problemas es elegir el libro adecuado, el libro que nos diga algo desde la distancia y que queramos tener para poder disfrutar de él durante mucho tiempo. Como ya se va a acercando la noche en que los personajes mágicos de diferentes países hagan acto de presencia, desde aquí os dejo una selección de diez libros que, de momento, os sacarán de dudas para saber qué regalo pedir, qué libro tener, qué libro desear, y qué título escribir en esa carta que se escribe siempre para que alguien la lea y, a la mañana siguiente, nos despertemos abriendo los ojos, desenvolviendo nuestro regalo y dando saltos de alegría. Porque al fin y al cabo, en estas fechas tan señaladas, se juntan dos magias: la de la Navidad, y la de la literatura. ¡Abrid vuestros regalos y contadme, cuando llegue el momento, qué os han traído los seres mágicos que nos rodean!

Hay que empezar por un principio, porque todos hemos tenido que aprender a leer en algún momento para descubrir el gran placer que supone la lectura. Y el principio de todo es conocer cuáles son las letras que tiene nuestro abecedario. Letra a letra es un libro para aprender, sí, pero también es una experiencia única para que aquellos que aprenden a leer jueguen con las letras como pocas veces se ha visto en el mundo editorial. Conoceremos las vocales, las consonantes, todas esas letras que forman el lenguaje, pero de una forma distinta, única, casi diría que inolvidable, mientras cada una de ellas nos invita a jugar, a construirlas, a descubrir la solución de una adivinanza, o a buscarlas mientras se camuflan en una sopa de letras. Un libro para aprender, pero también para disfrutar de uno de los mayores placeres que tiene el ser humano: el lenguaje.

Y si ya sabemos leer y queremos que nos lean un cuento por la noche, uno de los mejores libros para hacerlo desde ya mismo, lo tenemos en Cuentos con beso para las buenas noches. Recuerdo perfectamente cuando a mí, que era un niño pequeño, me encantaba disfrutar del calor de las sábanas, mientras me leían un libro y a mí se me iban cerrando mis ojos. Después soñaba con esos cuentos y me despertaba de una forma diferente a la mañana siguiente. Pero una de las cosas que más me gustaban cuando empezaba a quedarme dormido es que al final, y como bien nos dicen desde este libro, me daban un beso en la frente y me deseaban buenas noches. Ese beso es como estos cuentos, que te abrazan por la noche, en el momento de nuestro cuenta-cuentos favorito, y se convierte en uno de esos refugios que querremos tener con nosotros por mucho tiempo.

¿Os habéis planteado algún momento como sería tener que esconder a un animal muy grande? Cómo esconder un león puede que sea una de esas historias tan tiernas y agradables que leer que, aunque la hayamos leído cien veces, aún sea posible encontrar algún elemento nuevo que nos motive y que nos haga suspirar. La historia de una niña y un león que lo único que querían es ser amigos y que tenían que esconderse para que no los descubrieran. Y la historia también de cómo las apariencias engañan y hay que dar una oportunidad a aquello que, de primeras, nos da miedo, porque veremos que, a lo mejor, es igual que nosotros, y que dentro de nosotros las diferencias lo único que pueden hacer es unirnos. Una de esas experiencias que te dejan con una sonrisa y que te divierten porque, ¿quién no ha querido ser un niño para siempre y poder jugar con sus mejores amigos, aunque sean animales, y que todo el mundo esté contento por ello? Lo mejor de todo es que, en un libro como este, podremos encontrarlo.

Si tuviera que hablar de uno de los mejores descubrimientos en materia infantil de los últimos meses, es esta colección de la que forma parte Mi gato siempre me imita. Historias diferentes, historias muy calurosas, historias que son muy reales y que te dibujan en el cuerpo esa sensación de haber estado leyendo un cuento que inspira. La relación de un gato y su dueña, de una niña y un gato, que se imitan en todo y que forman una pareja casi perfecta. Una relación de esas que divierten, que te enseñan que no está todo contado en los libros, que siempre hay una oportunidad para encontrar historias nuevas, editoriales nuevas, y que contienen, dentro de sus páginas, un pequeño oasis donde perderse por las letras, por las imágenes, conociendo cómo se hacen las historias en otra cultura, en otro país, y después volver a descubrir que la lectura es conocer otros lugares, y creer que los tenemos aquí al lado, disfrutándolos a través de sus relatos.

Hace un tiempo, cuando yo miraba por la ventana y creía que los aviones eran pájaros demasiado grandes, yo tenía una afición. Me encantaban esos libros en los que podían vestirse a los personajes, cortando las prendas y pegándolas, o bien con imanes. Así que entended que, después de tanto tiempo, encontrar Moda de quita y pon ha supuesto un regreso a esos años en los vestía a mis personajes favoritos e intercambiaba con ellos las diferentes prendas para crear modelos tan distintos que podía ponerle bufanda con pantalones cortos y así creer que ese nuevo estilo se llevaría en la calle, mientras mi madre me veía y me decía que ni se me ocurriera ponerme así para salir a la calle. Sepan que yo siempre fui un niño imaginativo, y que son libros como este con los que disfruto plenamente mientras juego con mi sobrino. Porque eso también forma parte de la magia de los libros: juntar a dos generaciones muy diferentes y crear un espacio para que se diviertan.

Dicen que la literatura es arte en estado puro. ¿Qué sucede entonces cuando, en un gran oportunidad brindada por una editorial, se nos juntan algunos de los cuadros más famosos con la literatura? Que aparecen ante nuestros ojos libros como Cada cuadro con su cuento y uno se pregunta cómo es posible haber pasado tanto tiempo sin haber encontrado un libro como éste. Siempre que me muevo a cualquier ciudad que no sea la mía, visito algunos de los museos más emblemáticos (y los no tanto) donde puedo descubrir pequeñas maravillas. Por eso, poder compartir con vosotros este libro me hace especial ilusión porque significa que el arte, los cuadros, la pintura, puede disfrutarse una y otra vez aquí mismo, en sus páginas, y nos daremos cuenta de todo aquello qué esconden estos cuadros y la vida de los pintores que nos regalaron sus obras para que pudiéramos admirarlas en la actualidad. Cuentos, lecciones por aprender, y arte, arte por los cuatro costados, arte vivo que nos hace ilusionarnos, suspirar. Así es este libro, y todo el mundo tendría que tenerlo en sus manos para saborearlo. No se me ocurre una idea mejor.

Hay momentos en la vida de un lector que necesita de toda la fuerza necesaria para leer una historia. Cuando desapareció el mar es un historia dura, pero no por ello menos indispensable. Todos nosotros, en el día a día, no tomamos conciencia de lo importante que es el agua en nuestras vidas. Y así es como descubrimos que el mar de Aral, de este cuento, se ha convertido en desastre ecológico, y será un niño el que pueda devolver a su forma lo que un día fue algo muy bello. Sí, esta no es una historia típica, no es una historia de pura diversión, porque la reflexión también es importante en estas épocas. Porque dándonos cuenta de todo aquello que nos rodea, será entonces cuando entendamos que es posible cambiar algo, que la naturaleza nos llama y es vital para nuestra existencia. Y no hay nada mejor que un libro como este que tengo ahora mismo sobre las manos para entender que los sueños, por duros que sean nos pueden llevar a hacer cosas extraordinarias.

Será que quizá yo esté obsesionado, con una obsesión positiva, no vayáis a creer, pero obsesión al fin y al cabo. Pero cuando algún libro hace referencia, por nimia que sea, a ese gran personaje que fue Sherlock Holmes, allá que voy corriendo a descubrirlo. Sherlock Tópez y el secuestro del oso es una historia divertida donde los más pequeños pueden ir aprendiendo a leer con los pictogramas y las letras que se encuentran dentro de la este pequeño relato. Un caso, la desaparición del señor oso, que en realidad es un secuestro, pero que puede ser algo completamente diferente. Y la investigación del señor Tópez, que se pone manos a la obra para desentrañar el misterio. Y un libro que, además, nos invita a conocer a los animales y sus costumbres. ¿Puede haber algo más completo? Pueden pensar que sí, pero para los más pequeños, digo desde ya que no, que esto es un trabajo perfecto.

Y lo mejor es que las lecturas nunca se acaban. Ahora mismo llega El misterio de la basura mutante, una de esas historias que tienen como protagonistas a uno de mis animales favoritos: cuatro gatos callejeros. No sé qué me producen los gatos pero me encantan. Y si gracias a sus aventuras uno puede descubrir cosas y entender qué es el reciclaje y qué podemos hacer para llevarlo a cabo, entonces sólo puedo lanzar un hurra bien grande cuando me pongo a leerlo. Y es que además, no es sólo que este libro sirva para aprender, no, es que además nos divierte, nos entretiene, nos hace estrujarnos el cerebro e intentar descifrar jeroglíficos y muchas más historias que, de contarlas, perderían toda la gracia. Si queréis que los niños pequeños disfruten, este es vuestro libro, sin duda.

Llego al final de mis recomendaciones con algo muy especial. Chelo Holmes, detective privado, una novela que llevaba esperando desde que leí obras anteriores del mismo autor y que no podía dejar escapar cuando me enteré que había llegado. Un caso que investigar, pistas que descifrar, una combinación de personajes magistral, una pura diversión que hace que los dedos se estremezcan y que nos comamos las uñas intentando solucionar los enigmas que se plantean. Una forma de contarnos esta historia magistral que supone un nuevo escalón en la gran obra de Daniel Hernández Chambers y que supone un deber para todo aquel que disfrute de las historias, que disfrute de las buenas historias para más señas, y que necesiten de un rincón en el que perderse y en el que encontrar todo aquello que estaban buscando, desde hace tanto tiempo.