Estoy segura de que todo el que se plantea ser padre o madre, el que ya tiene el pedido encargado o los recién estrenados, desean que sus hijos vengan con un manual debajo del brazo. Escuchamos consejos, todo el mundo opina, todo el mundo sabe, vemos documentales y leemos todo lo que pillamos acerca de la crianza de los peques. Pero seguimos teniendo dudas, muchas inseguridades y miedos. Creo que esto se agrava en nuestros días, ya que tenemos menos descendencia, por lo que queremos que salga todo bien. No estoy diciendo que los de antes fuesen unos descerebrados que no quisieran a sus hijos, pero uno no se planteaba tantas cosas. Los niños venían de forma natural, espontánea, porque era así de toda la vida. Después se preocupaban de que no pasaran frío ni hambre y a crecer, si Dios quiere, sanos y espabilados para la vida. Así era en la época de mis abuelos.
Hoy tenemos más adelantos, como dirían ellos. Ahora nos preocupamos de otras cosas, no solo de las básicas que conforman el alimento y la protección física. Queremos que nuestros hijos sean guapos, felices, seguros de sí mismos, exitosos, sociables e inteligentes múltiples maneras, a poder ser.
100 ideas para que tus hijos sean autónomos viene a añadirse a todos esos manuales que existen para ayudarnos en la educación de la chavalería y creo que es muy útil. Aunque considero que en la crianza de los hijos, sobre todo y ante todo, hay que aplicar el sentido común, también es verdad que muchas veces se nos olvida. Es muy fácil dar consejos al vecino, pero cuando nos toca en nuestra casa, no siempre somos coherentes o racionales. El amor y la sobreprotección nos juegan malas pasadas, y los que pagan las consecuencias son especialmente nuestros hijos.
Por eso es interesante que de vez en cuando, leamos este tipo de libros. Para acordarnos de las buenas intenciones que teníamos pensadas. Para ir corrigiendo los vicios y las desviaciones en los planes de criar a personas autónomas y libres. 100 ideas para que tus hijos sean autónomos, explica muy bien qué es la autonomía, de verdad, no solo que un niño sepa atarse los zapatos o coma de su mano, sino que abarca el conjunto de la vida. “Dejar crecer es dejar partir”, nos dice Anne Bacus, y eso produce mucha ansiedad en los progenitores.
La autora es psicóloga, pero el libro no es sesudo, para nada. Se entiende perfectamente y que esté dividido como en fichas ayuda a entender bien cada concepto. En estas 100 ideas, explica de forma fácil, un amplio abanico de temas todos relacionados con la autonomía y la independencia, de cómo fomentarla, desarrollarla o enseñarla. Desde un enfoque muy respetuoso, nos recuerda todo el rato que el cariño, el amor, la confianza y una buena comunicación son, por encima de todo, los pilares para cualquier relación familiar. Me ha gustado mucho que nos recuerde a los padres que lo primero es conocerse a uno mismo y reconocer nuestros miedos, carencias o errores. No puedes entender a tu hijo sino te aceptas a ti mismo.
No es un libro para leerse de sopetón, sino para tenerlo de consulta, para ayudar y acompañar a los progenitores. Anne Bacus explica en la introducción que funciona como un diálogo, semejante al que practica como psicóloga clínica y es así, porque viene lleno de ejemplos, no es pura teoría. Me recuerda a los libros de autoayuda.
Me gustan especialmente unas frases que vienen justo debajo del título de cada ficha, a modo de introducción. Algunas son de escritores o autores más o menos conocidos, otras son frases de padres o madres y algunas de la misma autora. Pero resumen muy bien el concepto del que trata después.
“Quieres ser libre. Para esa libertad solo hay un camino: el desprecio de las cosas que no dependen de nosotros”
“La palabra arrastra, el ejemplo enseña”
“La vida es un desafío al que hay que responder, una felicidad que hay que merecer, una aventura que hay que intentar”
Esto no solo viene bien para entender algunas reacciones de los hijos, o cómo tratarlos en diferentes circunstancias, es que creo que viene bien a cualquiera, como recordatorio de muchas cosas esenciales que se nos olvidan en este correr y recorrer la vida a toda prisa.