15 historietas de ciencia ficción oscura, de varios autores
Hace unos meses di una conferencia sobre el cine y la ciencia-ficción[*] en la que afirmaba categóricamente que a todo el mundo le gustaba ese género. Rápidamente una mano se alzó entre la multitud que llenaba el Palacio de Congresos para oírme, cortando de esa manera mi esmerado y ensayado discurso.
-A ver, ¿sí? ¿Quién osa interrumpirme?-pregunté cortésmente.
-Yo misma, por ejemplo -contestó una morena vestida completamente de negro-. Tengo aquí un haz de positrones que… –comenzó a hurgar en su bolso pero no la dejé seguir.
-No me importa una mierda lo que tenga, señorita -respondí con educación.
-Vale. En ese caso rebatiré hábilmente su categórica afirmación: A todo el mundo no le gusta la ciencia guión ficción.
-¿Ah, no? -reconozco que ese argumentó me sorprendió, me descolocó y desmontó mi teoría.
-No. A mi no me gustan las películas de viajes espaciales, monstruitos peludos y sables láser y…
-¡Cállese, mujer! -grité, siempre naturalmente, dentro de los márgenes de la caballerosidad.- No tiene ni idea de lo que dice.
En ese momento mi discurso dio un giro brusco y tuve que dar las explicaciones convenientes para que aquella mujer entrara en razón. Y así hablé:
La ciencia ficción no es todo lo que tenga que ver con naves espaciales y ovnis. Blade Runner, Hijos de los hombres, Terminator, Wall-E, Encuentros en la tercera fase, Desafío Total, Minority Report, Matrix, El planeta de los simios, La mosca, Gatacca, E.T., King Kong, Frankenstein, Fahrenheit 451… La lista es infinita, todos hemos visto alguna, sí, también nos ha gustado. Y todas absolutamente todas, corresponden al género de marras.
Según la definición de Eduardo Gallego y Guillem Sánchez en su artículo ¿Qué es la ciencia-ficción?, ésta es:
“Un género de narraciones imaginarias que no pueden darse en el mundo que conocemos, debido a una transformación del escenario narrativo, basado en una alteración de coordenadas científicas, espaciales, temporales, sociales o descriptivas, pero de tal modo que lo relatado es aceptable como especulación racional.”
Así pues, querido público, no es necesaria la intervención de aparatos voladores que surquen el espacio para que hablemos de ciencia-ficción.
Otro asunto distinto es que a menudo la ci-fi ha caminado tan al lado del terror, que ha hecho muy difícil la clasificación de estos dos géneros haciéndola casi indistinguible. ¿Y por qué? Personalmente creo que es algo inevitable y que casi deriva de la definición de arriba: Jugar a narrar algo aparentemente imposible pero contándolo de forma racional de manera que sea asumible por el lector/espectador es una invitación a tornar ese “algo imposible” en algo que acabe siendo aterrador, precisamente porque el lector lo ve como lejano, pero probable.
Pues bien. Tenemos aquí 15 Historietas de Ciencia-Ficción Oscura que nos proponen precisamente eso: un mix que conjuga hábilmente terror y ci-fi.
Como ya sucediera en las 14 Historietas de Vampiros, reseñado también en LyL, Ediciones Diábolo recopila en ésta antología las mejores historias aparecidas en la revista CTHULHU de la mano de sus autores habituales, para ofrecer a sus lectores éste gran homenaje.
Y lo cierto es que es un gustazo leerla. Me encanta el modo en el que Diábolo edita estos cómics temáticos: el tamaño perfecto, la tipografía del lomo, el homenaje a la Guerra de los Mundos de Santipérez en una portada para enmarcar, la calidad del papel, las solapas… y todo por un precio tan económico que raya lo ridículo. Se nota que en Diábolo se preocupan por cuidar su trabajo y por mimar al lector. Si a todo esto añadimos que la calidad de los relatos y de los dibujos es altísima tenemos una lectura más que obligada.
De los quince relatos los que se llevan la gloria son sin ninguna duda los siguientes:
-Los hombres grises, de El Torres, Alberto Aprea y Malaka Studio. Muy buen dibujo y un final de los que meten el miedo en el cuerpo.
-Tiempos simultáneos, de Manuel Mota y Beni R. Lobel. Me ha recordado algo a Donnie Darko, pero me ha encantado la historia y el dibujo.
-Iss, de Damián y Miguel Hernández. Aunque en éste caso el dibujo no es de mi gusto, la historia terrorífica.
-La cucharita, de Álex Ogalla y Ernest Sala. Mi favorito, mi top one. Cómo hacer una historia de sci-fi sin salirnos en principio mucho de la realidad de nuestros días. Y el final es… enorme. El dibujo muy bueno también.
-Usher IV, de Juan Luis Iglesias y Javi Godoy. Un pequeño homenaje a Poe y a las pelis de serie B y otros clásicos (“Metrópolis”, “Planeta Prohibido”) y un final que podría explicarlas.
-La invasión de los insectos cavernícolas, de Elchinodepelocrespo y Santipérez. El dibujo es genial y la historia no la catalogaría de ci-fi y terror sino de ci-fi y horror, porque llega a producir cierta repulsión, pero aún así, me ha parecido muy buen relato.
El resto de relatos no están mal tampoco (aunque de nuevo, como el temático dedicado a los vampiros, uno de ellos es simplemente un par de viñetas humorísticas), pero en el muy probable caso de que tuviera que salir corriendo de casa debido a un ataque de las fuerzas plutonianas de la noche y tuviera que arrancar unas hojas de éste cómic, mi selección sería esa.
Así pues, damas y caballeros, llegados al final de la charla ahí están las conclusiones. Espero haberles aclarado conceptos y, señorita, no, no hace falta que me lo agradezca. No contesto preguntas y les espero y convoco con impaciencia para el próximo temático 16 Historietas de…
[*] La forma correcta es ciencia-ficción o, si traducimos correctamente del inglés, ficción científica.
Tiene muy buena pinta este libro. Si es todo tal como hace presagiar la portada, será tremendo 🙂
Es tremendo, Leire!!
Si es verdad
Hola Diego. Muchas gracias por la reseña y me alegra un montón que te haya gustado La cucharita. Dentro introduje un par de pistas que si el lector lograba detectar, le daría información sobre cómo iba a terminar la historia. Pues lo dicho, gracias y recibe un cordial saludo.
El Terror y la CiFi: «Jugar a narrar algo aparentemente imposible pero contándolo de forma racional de manera que sea asumible por el lector/espectador, es una invitación a tornar ese “algo imposible” en algo que acabe siendo aterrador, precisamente porque el lector lo ve como lejano, pero probable»
El artículo es estupendo, de verdad, enhorabuena, pero en la frase anterior, a mi juicio, se han confundido los términos probable con posible. Tal vez no quede bien en cuanto a estilo, pero creo que es más precisa:
«Jugar a narrar algo muy poco probable o a priori imposible, pero contándolo de forma racional de manera que sea asumible por el lector/espectador, es una invitación a tornar ese “imposible” en algo que acabe siendo aterrador, precisamente porque el lector lo ve como lejano, pero posible»
Siempre me gusta ver cómo alguien rompe una lanza en favor de la ciencia ficción y no puedo estar más de acuerdo con lo dicho en el artículo, tanto respecto al género como al cómic en cuestión (que es muy interesante).
Pero (siempre hay un pero) aunque la definición de Sanchez y Gallego es buena, sugiero una mucho más universal y académica, la de Fernando Ángel Moreno, que se refiere fundamentalmente a la literatura, pero que estimo que es aplicable a todas las artes:
“Ficción proyectiva basada en elementos no sobrenaturales”