Reseña del libro “Los sin rostro”, de David Cuevas
Hay tres tipos de personas: las que creen en lo paranormal, las que no creen en absoluto y las que ni sí ni no, pero sienten cierta atracción por el tema. Yo soy de este tercer grupo. Voy a decir lo típico: gente muy cercana a mí que no cree en estas cosas me ha contado experiencias a las que no encuentran explicación, y esas historias me han resultado interesantes desde muy pequeña. Por eso me apeteció leer Los sin rostro de David Cuevas, que recoge un centenar de testimonios sobre hechos paranormales.
El libro se compone de tres partes: «Los sin rostro», «Entidades con rostro (y algunas sin él)» y «Algunos con muchos rostros». Cada parte engloba varios capítulos en los que David Cuevas clasifica los testimonios por similitudes, la mayoría de las veces adjuntando el relato tal cual le llegó, aunque luego especifique que se reunió con la persona en cuestión para entrevistarla. La investigación que se pone de relieve en el prólogo no va más allá de eso: contrasta el relato escrito y el hablado y suele ver que coinciden. Ya. Creer o no en las historias se reduce en confiar en la sinceridad de quienes las cuentan.
Así pues, a través de las propias palabras de los protagonistas, conocemos historias de visitadores nocturnos o del efecto lecho de muerte; descubrimos apariciones en lugares tan variopintos como una playa o un videoclub o en otros ya famosos como el palacio de Linares y, por supuesto, no falta la ración de casos relacionados con la ouija y los poltergeist. David Cuevas también nos sorprende con testimonios de gente conocida, como Fernandisco, el Lobo (el famoso espía infiltrado en ETA) o un familiar de Marta del Castillo. Y como no todo va a ser credulidad, una parte entera la dedica a casos que se descubrieron que eran mentira.
Reconozco que en un principio lo leí con interés, pero al cabo de unas decenas de testimonios se me hizo repetitivo. Ya en el tramo final de Los sin rostro, el autor abordó un nuevo tema que recibí como un soplo de aire fresco: el satanismo en España. Recoge las entrevistas a varios satanistas y luciferinos y resulta interesante saber más de ellos, ya que la mayoría tenemos una imagen estereotipada y desconocemos su forma de pensar e ideales.
No sé muy bien qué esperaba de Los sin rostro. Quizá esas historias que consiguen ponerme la piel de gallina (ninguna lo ha conseguido) y una investigación que cuestionara los testimonios o al menos ahondara en ellos para verles las costuras… o no. Sin embargo, no es eso lo que he encontrado. Y la culpa solo es mía: no soy su público objetivo. Los sin rostro no es ni mucho menos un libro para los escépticos, ni siquiera para los que se mueven entre dos aguas como yo, sino para los que han vivido experiencias paranormales y quieren verse comprendidos por otros, o para quienes no las han vivido pero creen ciegamente en ellas. A cualquier otro tipo de lector Los sin rostro le sabrá a poco.