After Dark

After Dark, de Haruki Murakami

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Haruki Murakami, nacido en Kyoto en el año 1949, se ha ido ganando al público español poco a poco durante la última década, todo un logro si tenemos en cuenta su estilo postmoderno y la imaginería y la ambientación japonesa de la que hacen gala sus novelas. After Dark es uno de los últimos libros que ha escrito hasta el momento, publicado en el año 2004 y traído a España por la editorial Tusquets en 2008.


After Dark nos narra la historia de Mari Asai, una chica de diecinueve años que debido a ciertos problemas en su casa, ha decidido pasar la noche fuera sin dormir. La historia se desarrolla en una sola noche y el número de cada capítulo está acompañado de un reloj que nos va mostrando la hora en la que nos encontramos y cómo van avanzando las horas. Mari conoce a Takahashi, un músico de Jazz, en un restaurante mientras cena y lee un libro. A medida que avanza la conversación, Takahashi le comenta que ya se conocían anteriormente gracias a la hermana de Mari, Eri Asai de la cual él había estado enamorado en el instituto. Eri es modelo de revistas y ha tenido una vida colmada de éxitos, lo que ha sumido a su hermana en sus estudios universitarios de ligüística china para destacar y llamar la atención de sus padres. Gracias a Takahashi, Mari conoce a Kaoru —empleada de un love-ho (hoteles de citas japoneses)—cuando esta acude al restaurante para ver si puede hacerle de intérprete con una chica china que ha sufrido la agresión de un cliente. Y así, poco a poco la trama se va enredando mientras vamos conociendo mejor a los personajes.

Podríamos decir que en After Dark no ocurre nada nada suficientemente importante como para justificar una narración, e incluso los pocos hechos importantes que se nos narran en la noche de Mari Asai parecen ocupar un segundo plano, pero ese es uno de los puntos fuertes del libro: la manera en la que Murakami nos presenta y ahonda en los personajes y nos hace partícipes de sus miedos y sus anhelos. Mari Asai es una chica corriente y estudiosa que parece tener una empatía natural que hace que a la gente le resulte sencillo hablar con ella y abrirle su corazón. Takahashi, un chico que empieza a preocuparse por su futuro y decide empezar a tomarse en serio sus estudios en Derecho en detrimento de la música y del grupo de Jazz del que forma parte. Kaoru nos cuenta su pasado como luchadora profesional y cómo acabó trabajando en el Love Hotel que se convierte en uno de los escenarios principales del relato. Y Shirakawa, el informático, nos lleva de viaje por el tedio de su triste vida nocturna y la terrible manera que tiene de escapar de él. Una miríada de personajes, sentimientos y vivencias que le dan al relato una profundidad más que notable para el número de páginas del que hace gala.Otra de las cosas más destacables de After Dark, son los ligeros toques fantásticos que Murakami plasma en la narración. Los capítulos protagonizados por la hermana de Mari, Eri Asai, y los encuentros de algunos personajes con el reflejo que los mira desde el otro lado del espejo profundizan este aspecto y acaban por convertir al relato en una genial fábula sobre las relaciones personales y los abismos que pueden llegar a separarnos de nuestros seres más queridos.

No me gustaría terminar la reseña sin nombrar las múltiples referencias musicales, literarias y cinematógraficas que vamos encontrando por todo el relato y que nos permiten ahondar aún más en el mundo del autor. After Dark es una lectura rápida, directa, profunda y perfecta para adentrarse en el maravilloso universo de Haruki Murakami.

3 comentarios en «After Dark»

  1. En el sentido de que enlaza unos personajes con otros de forma muy interesante. En algunos casos busca el único punto de encuentro entre ellos para ponerlos a charlar. Destaco también la clara definición de la mayoría de los personajes, de forma que con pocas palabras nos hacemos una idea, considero bastante cierta, del personaje que vamos a conocer. Recomiendo este libro que además se hace muy ameno.
    Gracias por aceptar mi aportación Squallido, buena reseña.

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  2. Hace poco mientras manejaba mi automóvil iba escuchando música de un cd, acabo una x melodía y empezó la de ‘Five spot after dark’ de Curtis Fuller, melodía que Murakami señala en este libro y por el cual la conocí. Esto me hizo pensar en los libros que he leído de él -el último era “Crónica de un pájaro que da cuerda al mundo”, el primero fue “After dark”- y su extraña, extrañísima capacidad de causar adicción. ¿Qué es lo que causa adicción en Murakami? Creo que sus historias muchas veces son aparentemente simples (un ejemplo claro son sus cuentos que vienen en “Sauce ciego, mujer dormida”), con finales simples, con personajes simples, entonces ¿qué es? La respuesta, por lo menos para mí, la encontré en la sensación que me genera al estar leyendo sus libros, pero sobre todo en la sensación que me deja al terminar un libro suyo, esa sensación de que ya conocía la historia, de que he estado en los lugares que dice, de que conozco o he visto pasar caminando a sus protagonistas, termino sintiendo esa atmósfera que crea en sus historias, termino sintiendo el vacío, la soledad, sí… es ahí, creo que lo que causa adicción es la habilidad o capacidad de Murakami para generar ambientes que se desbordan de los libros para inundar el mundo del lector. Creo que es su mayor mérito y quizá uno de los factores claves del éxito que ha tenido. A veces, termino de leer un libro y me parece que soy el protagonista o que parte del protagonista se quedó en mí… como en sus historias donde los sueños se confunden con la realidad y viceversa, aquí parece que el mundo del lector se confunde con el mundo de la historia y así, se va formando, una especie de espiral, donde se siente la necesidad de seguir girando y girando, en torno a otra historia más de Murakami. Esa es la habilidad de Murakami.

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