Agradecimientos

Agradecimientos, de Santiago González Carriedo

Agradecimientos, de Santiago Gonzalez Carriedo

Una trama policial, política y literaria contada de una manera extremadamente original.

  

Si la oferta editorial en España es grande, la cantidad de obras que se pueden encontrar en Internet, a poco que uno navegue por el mar de blogs literarios y demás sitios dedicados a los libros es inabarcable.  Muchas de estas obras, autoeditadas o simplemente compuestas con un procesador de textos y buena voluntad, probablemente carecerán de interés e incluso de calidad, que no de mérito, pero es indudable que esta marea digital esconde obras únicas, magníficas, esperando a que alguien atisbe un brillo entre las olas, se sumerja y las lleve hasta la playa.

Tesoros hundidos sin necesidad de un naufragio previo a los que seguramente se les podrán poner muchos peros, que necesitarán en muchos casos más de una corrección o algo de pulimento, pero que conservan una frescura y una originalidad que en muchos casos se echa en falta en aquellas obras que ya han sido aseadas y uniformadas por el rodillo editorial, dejándolas preparadas para el consumo en masa.  El inimitable aroma de la creación original rara vez traspasa el envoltorio del márquetin.

Y ahora llega el momento de hacerles una confesión:  siempre he tenido miedo de enfrentarme a una de estas obras.  Porque, no nos engañemos, ¿qué mérito tiene decir que una novela de Auster, o de Vila-Matas, o de Conrad, es buena?  Reseñar a estos escritores es, como mínimo, jugar con ventaja.  Pero, ¿qué pasa cuando tienes entre las manos una obra de un autor completamente desconocido para ti?

Llevo mucho tiempo eludiendo esa prueba: enfrentarme a una obra sin ninguna referencia y reseñarla contando sólo con mi propio criterio.  Como les dije: un caso claro de cobardía literaria.

Una historia construida a partir de una lista de agradecimientos, nada más.  Como les he dicho, me comía la curiosidad.  ¿Cómo se las apaña Santiago González para confeccionar una novela partiendo de esas materias primas?  Otros escritores han creado obras alrededor de libros o autores imaginarios:  Borges lo ha hecho en varias ocasiones, como en el caso de su estudio crítico de la obra de Menard; Stalisław Lem incluye en su Biblioteca del siglo XXI reseñas y prólogos de obras inexistentes.  Se trata, en general, de interesantes experimentos más o menos metaliterarios, pero Santiago González no hace experimentos; Agradecimientos es una novela de verdad, muy distinta de lo habitual, pero de verdad.

Para convertir una simple sucesión de agradecimientos en una novela, Santiago González  acompaña cada uno con una nota al pie en la que narra un fragmento de la vida del autor (que es un alter ego del propio Santiago, en un complejo juego de autoficción) relacionado con la persona a la que dirige su gratitud.

A medida que avanza la lectura, el rompecabezas de notas aisladas e inconexas, como el contenido de una caja de fotografías antiguas que se ha desparramado por el suelo al caer desde la estantería, comienza a encajar y ante los ojos del lector se va perfilando, cada vez con mayor claridad, un historia político-policíaca, narrada con un estilo directo y vital, irónico en ocasiones y desnudo de retórica.

Una vez que la trama comienza a quedar definida, la fórmula comienza a agotarse; en ese momento el autor da un inteligente golpe de efecto: termina con los agradecimientos, que resultan ser un anexo a la primera edición del libro, y se abre un segundo anexo en el que el editor, a la vista del gran éxito y mayor polémica que han producido los agradecimientos incluidos en la edición anterior, publica las cartas enviadas a la editorial por todas aquellas personas aludidas.

Un giro tan inteligente como inesperado; en un momento en que la historia parece resuelta, y además comienza a sonar un poco tópica, los protagonistas aportan su versión de los hechos, corroborando algunos y desmintiendo rotundamente otros.  La trama, que hasta ahora se había presentado de manera fragmentaria, ahora además se bifurca en infinidad de versiones contradictorias y excluyentes.

Y Santiago González, manejando hábilmente el ritmo de la narración, aún se reserva algún golpe de efecto más, pero voy a dejar aquí cuanto se refiere a la estructura de la novela, un truco de prestidigitación ingenioso y original, suficiente para justificar su lectura.

Pero hay más que decir sobre Agradecimientos.  Su estructura fragmentaria y llena de hilos narrativos que convergen y se separan, ofreciendo mil versiones de una misma historia (¿o son mil historias, una para cada personaje?) no sólo es un recurso para darle interés y originalidad a una trama que de otro modo resultaría bastante convencional.  También viene a ser una reflexión sobre la memoria y la realidad.  Los trucos de la memoria, capaz de alterar el recuerdo de lo vivido hasta conseguir que los recuerdos de los distintos protagonistas sean no ya divergentes, sino irreconciliablemente contradictorios.  Y, dando un paso más, Agradecimientos nos muestra que no sólo cada uno de nosotros se construye una memoria a medida, sino que además esa memoria es fácilmente manipulable por los medios y por ciertos poderes sociales.  Y Santiago González no se queda en esta denuncia: la persecución franquista, la corrupción política, la pérdida de los ideales o la especulación inmobiliaria van quedando retratadas en sus páginas.

Para terminar, y con el permiso del autor, me tomaré la libertad de añadir un agradecimiento más:

A Santiago, por ayudarme a vencer el miedo a enfrentarme a una obra sin referencias ni avales, por demostrar que hay vida fuera de los canales oficiales de distribución y por, a estas alturas, esforzarse en buscar una forma nueva de narrar una historia.

 


Javier BR
javierbr@librosyliteratura.es

5 comentarios en «Agradecimientos»

  1. A Javier, por animarme a seguir explorando esa otra literatura no tan conocida, no tan comercial, esa que no va avalada por un nombre ni una fuerte campaña de marketin.

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  2. Pues sinceramente creo que te honra mucho, tanto el no tener prejuicios a la hora de enfrentarte a un libro humilde como el no refugiarte en el tópico y la expresión sobeteada que se usan con los escritores conocidos, ya sabes, eso de decir que es bueno porque es célebre… Es raro encontrar esa sinceridad a la hora de afrontar una crítica.

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  3. Gracias a ti, Susana, porque si alguien en este blog ha apostado por los autores menos conocidos, pero igualmente merecedores de atención, has sido tú. Y si me permitís un poco de autobombo, ese es probablemente el rasgo que diferencia a Libros y Literatura de otros blogs: el espacio que dedica a los autores que se mueven fuera de las grandes editoriales.

    Gracias por tu comentario, Miguel. Supongo los célebres son buenos, si no no estarían donde están, pero es indudable que cada día nos perdemos obras extraordinarias de otros autores no tan conocidos pero igualmente buenos, que no han tenido la fortuna de acceder a los circuitos masivos de distribución y publicidad.

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  4. ¡Madre mía! Ya me agobiaba pensando en todos esos libros que veo en las estanterías de las librerías y que no tendré tiempo de leer, ahora tengo que añadir esos otros que no por ser “desconocidos” dejan de ser interesantes.

    Bueno, me dejaré guiar por vuestras recomendaciones, que últimamente me está saliendo bien seguir el consejo literario de los amigos.

    Un saludico.

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  5. Tampoco es necesario agobiarse, ya que nunca podremos leer ni una mínima parte de lo que mecere ser leído, Aventarte. De todas formas, me llena se satisfacción saber que nuestras reseñas te son de alguna utilidad. Muchas gracias por tu comentario.

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