Ray Bradbury es uno de esos escritores a los que les tengo especial simpatía. Ya he leído sus obras más célebres, Fahrenheit 451 y Crónicas marcianas, incluso el homenaje que le hicieron grandes autores, y este mes le ha tocado el turno a un libro del que nunca había oído hablar: Ahora y siempre.
Ahora y siempre son dos novelas cortas que publicó en un solo volumen en la recta final de su vida. Ambas van acompañadas de una introducción por parte del autor, en las que explica cómo nacieron estas historias. Por un lado, «En algún lugar toca una banda…» enlaza los recuerdos de su infancia en Tucson, cuando tenía seis y doce años, un poema que escribió inspirándose en la banda sonora de El viento y el león y sus encuentros con la actriz Katherine Hepburn. En realidad, su idea era que ella la interpretara en el teatro o en el cine, pero no pudo ser.
Por otro lado, «Leviatán 99», la segunda novela de este volumen, surgió a raíz de su experiencia como guionista de Moby Dick, allá por 1956. Se podría decir que es una revisión de la historia, donde el barco de vela, el capitán loco y la ballena asesina se transforman en una nave espacial, un astronauta y un cometa cegador. Se narró en un programa radiofónico, se adaptó para ser una obra de teatro y, tras varias reescrituras, se publicó como novela corta.
Cada historia transmite algo diferente. «En algún lugar toca una banda…» tiene un tono onírico. En esta historia, un periodista salta del tren al llegar a Summerton, un pueblo extraño que parece de otro tiempo y de otro lugar. Allí vive Nefertiti, la mujer más bella del mundo, el jefe de estación también ejerce de taxista y panadero, no hay niños por las calles ni fecha de defunción en las tumbas del cementerio. A lo largo de sus ciento once páginas descubrimos qué misterio esconde este pueblo y el motivo por el que el periodista se ha apeado allí.
En cuanto a «Leviatán 99», es imposible no pensar en Moby Dick mientras se lee, y quizá este sea el principal atractivo de esta historia. Yo no me he atrevido aún con la obra original de Herman Melville, pero hace un tiempo leí La ballena, una adaptación a novela gráfica, y eso me ha bastado para comprobar que Bradbury tomó cada uno de los personajes (Ishmael, Queequeg, el capitán Ahab), los temas de fondo (religión, racismo, obsesión, venganza) y los giros de trama para elaborar su propia versión. Desde mi punto de vista, el cambio de contexto funciona, la esencia de la historia original se respeta y la novela se disfruta por sí sola, aunque no se haya leído el clásico.
«En algún lugar toca una banda…» rememora el pasado y «Leviatán 99» nos hace viajar al futuro, pero ambas transmiten esa sensación de atemporalidad, por lo que el título que las aúna, Ahora y siempre, no podía ser más adecuado. ¿Ese fue el motivo de unirlas en un solo libro? Puede que sí o puede que no. Lo único que tengo claro es que estas dos novelas, tan diferentes entre sí y tan características de Ray Bradbury, son una buena oportunidad para descubrir a este autor o para reencontrarse con él.