En la primera entrega de Alcatraz dije que me había enganchado muchísimo la forma tan atractiva y fresca de presentar una novela de aventuras juveniles. En la segunda, destaqué lo bueno que sería añadir esta serie al catálogo de lecturas en los colegios y en la tercera, tras el buen sabor de boca, te reemplacé a esta cuarta aventura. Ahora te debo instar a que llegues hasta la quinta porque ahí, esta vez sí, se va a armar la gorda.
El joven Alcatraz Smedry llega a su penúltima hazaña contra las terribles sectas bibliotecarias. Han pasado seis meses desde que un buen día se encontrara, de golpe, con su abuelo, un viejo la mar de molón y extraño que le conducirá hacia un sinfín de aventuras, a cual más divertida, alucinante y peligrosa. En su haber, Alcatraz, que escribe sus historias a modo de diario novelizado, ha cosechado una lucha contra seres monstruosos creados con papeles, una visita a la recóndita Biblioteca de Alejandría custodiada por ánimas zombis y un enfrentamiento contra los Caballeros de Cristalia, habitantes de la ciudad que le vio nacer y que los bibliotecarios se ocuparon de ocultarle. Tras todas estas aventuras, una villana: la madre que lo parió. Sí, no te asustes, es ella. Siempre ocultando algo, siempre conspirando para conquistar las Tierras Libres en nombre de los Bibliotecarios Malvados. Y si en la entrega anterior estuvieron a punto de conseguirlo derribando uno de los bastiones de esas tierras, en Alcatraz 4. Las lentes fragmentadas volverán a intentarlo en otra de las ciudades libres. Si lo consiguen, toda la información del mundo quedará a disposición suya y manipularán los conocimientos a su antojo.
Esta ciudad se mantiene protegida por una cúpula de cristal irrompible para los bibliotecarios. Para los bibliotecarios, pero no para los robots gigantes de los bibliotecarios. Van a ser ellos los nuevos guerreros contra los que la banda de Alcatraz tendrá que luchar. Y también contra los soldados de los bibliotecarios que, como topos, se han colado bajo tierra para destruir la ciudad y noquear a sus habitantes. En esas peleas, las víctimas caen inconscientes y solo una pócima secreta puede despertarlos. Por supuesto, el secreto está oculto en uno de los archivos mejor custodiados por los bibliotecarios, pero que solo puede ser descifrado por las lentes mágicas que posee Alcatraz. Entre todos los habitantes que caen heridos por los bibliotecarios se encuentran los reyes. Alcatraz hereda el trono temporalmente. La toma de decisiones, que puede tener consecuencias irreparables, vuelve a caer sobre el joven protagonista. Ve con desesperación como todos van cayendo como moscas, no puede evitarlo, esta vez los bibliotecarios están haciendo daño de verdad y están consiguiendo su propósito de tomar la ciudad por la fuerza. Tampoco puede evitar que le hagan daño a alguien tan especial para él; ha caído en la lucha. Tiene que hacer algo para evitar que los malos se salgan con la suya. Son muchos, muy fuertes y no se doblegan. Alcatraz Smedry, quien se presentó en su primera aventura aludiendo a un acontecimiento que le convirtió en héroe nacional, va a hacer aquello por lo que consiguió tal honor. Va a concentrar todo el poder de su talento mágico y se dispondrá a… Tendrás que leerlo.
Alcatraz 4. Las lentes fragmentadas reúne, una vez más, los toques de humor infantil que mostró en las anteriores entregas y que esta vez me han sacado más de una sonrisa e incluso carcajada en alguno de sus capítulos. A diferencia de lo que su autor, Brandon Sanderson, nos tiene acostumbrados, no va a realizar tantos cambios de escenarios. La lucha y las relaciones entre los personajes se van a desarrollar en el mismo lugar; bajo la cúpula de cristal asediada por los robots de los bibliotecarios. Uno de los capítulos que más me ha gustado es en el que todos los personajes hablan al modo de los teatros de Shakespeare. Muy divertido. Y como ocurre con el resto de novelas, su forma fresca de ser contada, amena y aventurera que hace que sea una lectura sencilla para el público iniciado en aventuras juveniles.
Por supuesto, las aventuras de Alcatraz no acaban aquí. Alguien muy especial está inconsciente y necesita el antídoto que contiene la cura. Las instrucciones para obtener esa poción están en el idioma olvidado que solo Alcatraz puede leer con sus lentes y con sus talentos mágicos. Pero como hizo lo que hizo, a ver cómo se las arregla para salir de la siguiente y, puede, que última aventura.