Reseña del libro “Algunos cuentos dramáticos”, de Emilia Pardo Bazán
Uve Books se ha convertido en la editorial de cabecera de Doña Emilia Pardo Bazán con estas recopilaciones tan respetuosas que viene haciendo de su obra. Hoy, con Algunos cuentos dramáticos firma un nuevo recopilatorio para encumbrar aún más a esta gran escritora.
Los cuentos aquí recopilados fueron originalmente publicados entre 1895 y 1901, con un total de 33 y en todos ellos he notado una premisa en común: la mujer como centro de la historia en todas las facetas que la sociedad de la época le imponía, a saber, madre, esposa, hija, hermana, ama de casa.
Emilia Pardo Bazán y su cruzada contra una sociedad patriarcal que la ponía a ella y a sus congéneres en un rol inadecuado en la mayoría de las ocasiones por no permitirles adquirir el que más les apetecía.
En el relato titulado Infidelidad me ha llamado la atención como esa palabra nos lleva a pensar en un cuento sobre alguien que engaña a su pareja y cuando empiezas a leerlo y compruebas que es una dama de la alta sociedad quien narra la historia en primer apersona, piensas que Doña Emilia fue muy valiente al escribirla; pero luego la lees y la sorpresa, creerme esta asegurada, porque la infidelidad que presuponíamos al principio nada tiene que ver con la realidad que nos narran. Ha sido divertido leerla y sorprenderme de esta manera.
Pero no solo se habla en Algunos cuentos dramáticos de la mujer, también de la sociedad en general y de hasta donde podemos llegar para hacer felices a aquellos a los que amamos, como en Adriana,una mujer cuyo instinto maternal la alerta y la guía para salvar a su hijo de una muerte segura.
La sociedad del siglo XIX está bien representada en estas historias, como en El tranvía donde reproduce a la perfección toda la variedad humana que podía darse cita en ese transporte público compartiendo un momento y lugar sin apenas reparar los unos en los otros.
Las costumbres religiosas impuestas socialmente y las que se llevan a cabo motu proprio son también tenidas en cuenta en Algunos cuentos dramáticos, y los mayores terrores psicológicos por los que pasan la mente humana cuando se queda a solas consigo misma.
Leer a Emilia Pardo Bazán debiera ser una tarea diaria que nos impusiéramos para conocer mejor la naturaleza humana. Un relato al día para sanarnos, como las manzanas que recomiendan los médicos para el corazón. Así veo yo la literatura de esta gallega universal, como un algo necesario en nuestras vidas. Es lo mismo que me ocurre con la poesía de Lorca o de Gloria Fuertes, los escritos de Zweig o la voz de Freddie Mercury, son necesarios para mi día a día, y con solo un fragmento escuchado o leído, las horas se tornan normales y todo puede seguir adelante. ¿Qué soy una exagerada? Probablemente lo sea, pero cada alma encuentra consuela en aquello que otras nunca lo harían, y quizás tú lo encuentres en una novela de Brandon Sanderson o en un disco de The Beatles, quien sabe, o en un video juego. Lo importante es hallarlo y disfrutarlo y yo, me voy a tomar Algunos cuentos dramáticos como lo prescribirían los entendidos: uno cada 24 horas, por la mañana o por la noche, como me sienten mejor.