Dice en el prólogo Simon Pegg (guionista y actor de la divertida película Shaun of the dead, –en España traducida, para variar, como les sale de los huevos, como Zombies party (una noche… de muerte)–, que todo el mundo, sea o no fan de los cómics, sabe que Superman viene de Krypton, qué les pasó a los padres de Batman y cómo una picadura de araña convierte a un adolescente en Spiderman. Y que lo mismo pasa con ese otro héroe de leyenda de los cristianos aparecido en ese superventas que es la Biblia. Tenemos presentes, marcadas ya casi en nuestros genes sus “mejores aventuras”: el nacimiento en el pesebre, la expulsión de los mercaderes, la multiplicación del pan y los peces, la transformación de agua en vino, la resurrección de Lázaro, caminar sobre el agua… en fin, las historias que en tiempos lo petaron, esas de las que las gentes no dejaban de comentar y megustear en los foros y tablillas de la época y que Marvel habría sabido exprimir de haberse creado un par de milenios antes.
Los aficionados a los cómics saben también que en este mundillo es habitual cada cierto tiempo relanzar un determinado personaje, y recontar o adaptar a la actualidad sus orígenes para enganchar a nuevos lectores y (en ocasiones) divertir a los que ya seguían esa colección.
Esto es lo que tenemos en este American Jesus. Libro primero: El elegido. Aunque es una segunda venida, la forma en la que se nos cuenta tiene tantos paralelismos con las correrías del famoso libro, que perfectamente podemos decir que estamos ante una actualización del mito clásico.
Jodie Christianson (curioso nombre: iniciales JC y apellido “hijo de Cristo”) es un chaval de doce años que se juega las clases, saca notas tirando a malas, piensa en revistas porno y, ¡hostia puta, sí!, dice tacos. Su apacible y despreocupada vida se irá a la mierda cuando sobreviva, sin sufrir ni un solo rasguño, al aplastamiento de un camión de dieciocho ruedas. Será entonces cuando descubrirá sus poderes, sospechará que es Jesucristo renacido y hará unos cuantos milagros.
Lo curioso es que todo el mundo creerá igual que él, que es la divinidad que afirma ser, salvo el cura de la parroquia. Y la gente volverá a tener miedo porque la existencia de un Jesucristo andante manda a paseo a la ciencia. Y lo que era aún peor. Si este héroe ha renacido, ¿no implica eso que también existirá un anticristo y que el Apocalipsis estará a la vuelta de la esquina?
Hay muchos aspectos más que podría comentar, pero chafaría la evolución de la historia y es una gran historia que merece descubrirse por uno mismo. La prensa británica ve este cómic una mezcla entre Spiderman y el Apocalipsis. Y algo de esto hay. Mucho en realidad. Sin embargo yo añadiría también una película agobiante y terrorífica que, por desgracia tengo que callarme para no hacer espoilers, pero que cualquiera al acabar de leer el cómic, si la ha visto, la asociará de forma inmediata.
American Jesus. Libro primero: El elegido, podría haber tirado por el camino del humor zafio y fácil, pero no lo hace. Tiene la dosis exacta de humor, filosofía, religión y oscuridad. Y tiene también un giro final que te deja con el culo torcido. El dibujo es correcto, no me ha llamado especialmente la atención, pero la historia… ¡qué historia!
Este primer número, (creo que serán tres, pero no estoy seguro), se incluye en la línea del Millarworld del guionista Mark Millar (Wanted, Kick-Ass, Crononautas,…) y, ¡por lo que más queráis! ¡Leed el epílogo! Yo no suelo hacerlo pero Ese El evangelio según Millar y Gross contiene un montón de extras, o de easter eggs si queréis verlo así, con detalles repartidos por las viñetas, que dan pistas sobre la trama. Detalles curiosos que, de no haber leído el epílogo, habría pasado totalmente por alto.
En la contraportada sitúan este cómic al nivel de The Sandman y Predicador (dos de mis favoritas). No sé si es comparable, es demasiado pronto para afirmar semejante cosa. Para empezar, el tamaño de las dos mencionadas ya es una barbaridad,… pero sí es cierto que apunta maneras en su manera de actualizar la mitología cristiana y que deja el buen sabor de boca y buenas sesaciones que dejaba la obra de Gaiman.
Sea como sea, se lee con hambre atrasada y creciente y se devora. Ha tardado en llegar a España, pero ha merecido la pena. Ahora toca esperar el segundo libro. A ver cómo evoluciona una trama que se ha quedado con un cliffhanger cojonudo.
¡Fan devoto ya! ¡Hostia puta!
He dicho.