“American Vampire 5” de Scott Snyder
«Esto es lo que los vampiros no deberían ser: pálidos detectives que beben bloody marys y sólo trabajan de noche; caballeros sureños desesperados de amor; adolescentes anoréxicas; chicos juguete con grandes ojos de cordero degollado.
¿Cómo deberían ser? Asesinos, cariño. Asesinos fríos como la piedra que nunca tienen suficiente de ese sabroso tipo A positivo. Cazadores. En otras palabras, América de Medianoche. Rojo, blanco y azul, con acento en el rojo. Esos vampiros han quedado secuestrados por un montón de romance de baja estofa.»
Este párrafo —muy acertado, por cierto— es de Stephen King. Y lo incluyo no sólo por toda la verdad que encierran sus palabras sino porque además el propio King, junto con Scott Snyder, participó en el guión del primer número de la colección American Vampire. ¿¡Un cómic de vampiros DE VERDAD en el que participaba King, el autor de El misterio de Salem’s Lot!? ¿Podía resistirme? ¡No! Así que, en su momento, cuando salió el número uno, hace ya tres años, (¿¡tres años y no os he hablado de este cómic!?) me lancé de cabeza por él. Y me gustó. ¡Mucho!
Vampiros terribles, feroces, sedientos de sangre, con unas manos con dedos que parecen cuchillos capaces de cortar cabezas… ¡Sí! El género volvía a contar con una buena obra más que equilibrara la balanza.
Desde entonces han caído todos y todos han mantenido un gran nivel narrativo y de calidad. Tanto me gusta esta serie que la imagen de mi perfil de twitter es la de Skinner Sweet, uno de los vampiros más carismáticos y canalla que hayan existido ever. De hecho, es el primero de una nueva raza de vampiros, el primer vampiro americano, —aunque lo correcto sería decir norteamericano, pero como los yankis se han apropidado de la palabra América y sus derivados, vamos a dejarlo así. Más poderoso y resistente que los viejos y decadentes vampiros europeos y con la peculiaridad de poder caminar bajo el sol.
Antes de seguir debo avisar de que, al contrario que en otras colecciones comiqueras, American Vampire merece leerse desde el principio y en orden, ya que, aunque suelen ser historias autoconclusivas, los personajes principales han sufrido tantos giros, aventuras y evoluciones argumentales que si no se sigue el orden de lectura cronológico el lector puede perderse, y, de hecho, se perderá.
Y entrando ya en materia, ¿qué encontramos en American Vampire 5? Pues dos historias que transcurren en 1954 hábilmente enlazadas para que parezcan una y las dos la mar de entretenidas, aunque es la segunda la que contiene el grueso principal de este volumen. En ella, nuestra vampira Pearl Jones, se verá obligada a trabajar para los Vasallos del Lucero del Alba (una organización a lo Van Helsing), para vengarse de un ataque que han sufrido ella y su marido, Henry, —humano— de un aquelarre de vampiros malvados del que Henry ha quedado muy malherido (tal y como acabó el tomo 4). Los Vasallos han recibido informes de que algunos integrantes de dicho aquelarre pueden estar siendo ayudados por magnates de la industria de Hollywood. Aquí es donde la “caza de brujas” de la época, se convierte en “caza de vampiros”.
Por si fuera poco Pearl va a tener que ver a gente de su pasado a la que le gustaría no volver a ver en la vida.
La historia se completa con flashbacks de Pearl y Henry viviendo su historia de amor, felices y enamorados en un pasado en el que no tenían mayores preocupaciones.
King solo participa en el primer tono, pero no importa. El buen hacer de Snyder no necesita de nadie más; él solito se basta y se sobra para cumplir de sobra con las expectativas generadas en el número iniciático.
American Vampire 5 es una apasionante entrega de acción, trama inteligente, alianzas y traiciones, salvajismo vampírico, ríos de sangre, venganza y amor. Todo junto, mezclado, no agitado con un excelente nivel de calidad gráfica y argumental. Vampiros de verdad y buenas tramas. Buen desarrollo y evolución de personajes. Lo puto mejor que te puedes llevar a las manos en lo que al género vampírico se refiere.
Por si fuera poco el dibujo de Albuquerque es espectacular, es un dibujo que me encanta, que dota a los personajes de gran expresividad y refleja las emociones del momento. Y las portadas,… son láminas para enmarcar.
¿Qué más puedo decir? Si esta es una de las pocas series regulares que sigo… por algo será.