Amor, blanco roto, de Chusa Garcés
Título: Amor, blanco roto
Autora: Chusa Garcés
Editorial: Pregunta Ediciones
Páginas: 216
ISBN: 9788494067754
Podría haber leído su libro anterior ya que este es el segundo de una trilogía muy colorista. El primero, Las pérdidas rojas, ya les aseguro que será una de mis próximas lecturas, porque el sabor de boca que me ha dejado este Amor, blanco roto, ha sido como el patio de mi casa, ya saben, muy particular.
Me divierte la autora, y no por sus relatos, que muy para reírse no son, sino por la forma de enfocar la literatura, su literatura. Porque de alguna manera las presentaciones de libros, o las simples entrevistas, siempre forman parte de su juego literario.
“Las cosas que nos dijimos fueron dotando de una tonalidad sucia nuestras fotos y en algunas instantáneas apareces con el ceño fruncido buscando una mirada cómplice del espectador, alguien que desde fuera te tendiera una mano para salir huyendo de la mierda que estábamos construyendo…“ Y así arranca el primer relato, precedido por un texto de la “creíble”, Angélica Grossman, que junto con Bertha Sapherman están ahí para que la autora se muestre y se de a conocer en todos sus ángulos.
Amor, erotismo y deseo; Desamor, frialdad, inapetencia… SEXO y DRAMA
Es la vida en blanco roto, es la vida, quizá la que nadie quiere, quizá la que demasiados viven, y Chusa tiene la curiosa capacidad de ver o adivinar.
“Amor, blanco roto.
La mujer vestida de blanco roto, espera en el altar improvisado a sus invitados. Todos han sido minuciosamente elegidos, con un plan orquestado durante días: La creación de una obra artística, y una investigación sociológica sobre el amor, a la que pondrá por título The Redding. Y todos han sido engañados…”
Un dios capaz de conmover: El arte
(Bertha Sapherman)
Chusa, Angélica y Bertha, narran de manera suave el mayor de los dolores y las grandes pasiones, lo hacen de forma poética, para que las palabras lleguen donde llega la poesía, no sólo al corazón, que ahí es donde llega toda la literatura, es para que llegue hasta el último milímetro de piel, hasta la última conexión del último cabello, hasta donde se nota que el más bello de los blancos, ya está roto, y el amor se trasforma en profunda insatisfacción, y la vida en muerte, aunque nunca se muere del todo, el ser humano se adapta perfectamente al sufrimiento.
Creo que tras este Amor, blanco roto, vendrá, para finalizar esta trilogía, el mundo de los amarillos, y si el mundo del blanco roto, es todo un mundo, ni me puedo imaginar lo que la pluma de esta mujer puede hacer con el amarillismo.
Quedo a la espera.
Susana Hernández
La que nadie quiere y la que sin embargo, viven muchos, pero ¡qué desgracia! siempre se piensa que uno será la excepción, sobre todo cuando se es joven, jeje.
La reseña te ha quedado genial, muy muy poética, como los personajes de estos relatos. ¿Cómo no llevarte bien con ellas? y ¿cómo no hacernos picar?
¡Un abrazo!
Lo cierto es que es un libro que he tardado en reseñar porque lo he leído despacio, tenía esa sensación de que había en él algo espacial que no quería dejar escapar. Qué buen trabajo el de esta mujer!!!
Jamás había escuchado el nombre de la autora (¿Se llama así o es una abreviación?)
Pero divago, que me apunto los relatos para ver si corro con suerte y me la topo en la FIL.
Un beso,
Ale.
Si no me equivoco Chuse es Jesús en Aragonés (fabla) luego es de suponer que Chusa será su femenino (Imagino que de María Jesús) pero seguro que alguien nos saca de dudas. En cuanto al libro, seguro que será muy de tu gusto 😉