Anatomía de un instante

Una imagen vale más que mil palabras. Cuando decimos esta frase muchos tenemos en la cabeza varias instantáneas que marcaron la historia de nuestros días. Imágenes como las del 11 de septiembre de 2001, con dos aviones comerciales impactando sobre las Torres Gemelas de Nueva York, o la del 11 de julio de 2010, cuando Andrés Iniesta hacía realidad el sueño de millones de españoles; “convertirnos” en campeones del mundo de fútbol.

Si preguntamos a la generación de mis padres, probablemente otra de las imágenes de su vida sea la sucedida el 23 de febrero de 1981, cuando el Teniente Coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero interrumpía en el Congreso de los Diputados dispuesto a dar un golpe de Estado. Esta imagen, que para muchos se explica por sí misma, fue para Javier Cercas el punto de partida para crear una novela sobre el Golpe, que a su vez es la génesis de “Anatomía de un instante”.

Una vez reunida toda la información, Javier Cercas se da cuenta de qué la ficción no merece lo que en realidad pasó aquel día, ofreciéndonos a cambio un ensayo exquisito sobre uno de los momentos más difíciles de la historia española reciente.

El género ensayístico no es un terreno en el que yo me mueva con mucha soltura. Sin embargo, Javier Cercas desarrolla en “Anatomía de un instante” toda la información de manera clara, ordenada y amena. No sólo narra lo sucedido en la Cámara baja la tarde y la noche de aquel 23-F, sino que pone al lector en antecedentes, formando una base asentada para explicar qué sucedió y por qué sucedió.

Javier Cercas se detiene no sólo en la figura de los golpistas, sino también en los tres diputados que se mantuvieron de pie mientras las balas sobrevolaban el Congreso; esto es, Adolfo Suárez, Presidente del Gobierno en funciones, Manuel Gutiérrez Mellado, Vicepresidente, y Santiago Carrillo, Secretario General de PCE.

Con una esmerada documentación, la lectura de “Anatomía de un instante” es puro gozo. Javier Cercas pone sobre la mesa todo lo que el lector debe saber sobre las estrategias, los errores, los contextos y las piezas básicas que derivaron en el 23-F. Llega incluso el autor a hacer varios juicios y a formular su propio veredicto, pero dejando que sea el lector el que saque sus propias conclusiones sobre las preguntas que, aún hoy, quedan en el aire.

Para una persona, como es mi caso, que sólo conoce de oídas las virtudes y defectos de la Transición Española, un libro como “Anatomía de un instante” es una clase magistral digna del mejor catedrático; una lección de historia sobre Adolfo Suárez, Santiago Carrillo, el ejército español y un puñado más de actores que, voluntariamente o no, dejó aquel 23-F en la memoria de muchos.