Reseña del libro “Animales invisibles: Mito, vida y extinción”, de Gabi Martínez y Jordi Serrallonga
Creer en lo que no se ve es la máxima del libro Animales invisibles. Creer en lo invisible implica un poco de fe, pero esta obra no es ese tipo de texto sagrado, aunque el objeto a tratar es, si cabe, de cariz más divino. La fe que los autores depositan en la raza humana implica esfuerzo y hacer lo adecuado para que ciertos animales en peligro de extinción salgan adelante. Los portadores de tal esperanza contagiosa son Gabi Martínez y Jordi Serrallonga. El primero ha viajado por medio mundo y ha escrito sobre el otro medio, está totalmente concienciado con la delicada situación medioambiental del planeta y se dedica a divulgar, poniendo el dedo en la llaga, en publicaciones como National Geographic o Altaïr. Por otro lado tenemos a Jordi Serrallonga: antropólogo y primatólogo que, tras la pista de algunos fósiles y de animales esquivos, ha ido a recalar en mares, desiertos o montañas de gran parte del globo terráqueo. En Animales invisibles: Mito, vida y extinción, esta pareja de aventureros y divulgadores científicos convierten nuestra sala de estar, el dormitorio, un tren atestado de pasajeros o cualquier otro lugar donde decidas leer el libro, en un recorrido por el pasado, el presente y el posible futuro de la fauna de nuestro mundo.
Extinción, vida y mito son los tres grupos en los que los autores han agrupado las especies animales así como sus historias y reflexiones. En extinción algunos animales dejaron su impronta en el mundo hace miles de años, otros se convirtieron en un recuerdo difuso no hace mucho. Unos por una razón natural, demasiados por la mano del hombre, como el dodo o el moa. Dos aves de anatomías muy diferentes pero de destinos similares: la voracidad, en varios sentidos, del humano. Los autores nos explican detalles sobre la biología y el legado que dejaron a nivel de concienciación o de cultura pop las diez especies desaparecidas que conforman este grupo.
Descubrir que las aguas del Amazonas son surcadas por delfines me ha sorprendido, que estos posean un color sonrosado me ha hecho meditar sobre todas esas especies que todavía no hemos descubierto y que probablemente estén en peligro de extinción. El carcayú, usualmente conocido como glotón, o el dingiso son también un claro ejemplo de seres que se hallan contra las cuerdas. Gabi y Jordi relatan el encuentro con algunos de los animales que pueblan las páginas del libro, así como el medio por el que se mueven: en ocasiones inhóspito, otros selvático, pero siempre dependientes de las acciones del humano. Por suerte, hay lugar para la esperanza. Los autores remarcan las acciones que se llevan a cabo para la conservación de algunas especies. La situación del tritón del Montseny, el anfibio más amenazado de Europa, hizo que diferentes entidades de Catalunya y Gran Bretaña se pusieran manos a la obra para ayudarlo a sobrevivir.
En Animales invisibles la rigurosidad científica es lo primero, pero eso no está reñido con las buenas historias. Cada animal goza de la suya, algunas, en un ejercicio de empatía supremo, incluso contadas por el propio protagonista. Pero donde Gabi y Jordi dan rienda suelta a su prosa fluida, así como a sus fantasías, es en el capítulo Mito. Al principio puede chirriar que en un libro sobre fauna aparezcan seres como las sirenas, el yeti, el unicornio o el todopoderoso kraken, pero los autores indagan qué hay detrás de cada mito. Algunas leyendas nos transportarán a la Grecia antigua y a la posibilidad de implantar cuernos a los caballos. La leyenda de Parténope y la maldición que Afrodita le lanzó es el mito que hay tras la figura de la sirena. Con ojo analítico los autores indagan hasta desenmascarar la realidad o, como todo buen científico, lanzan una hipótesis, aunque jamás sin menospreciar ese puntito de ensoñación y fantasía.
Animales invisibles: Mito, vida y extinción es un libro que entra por la vista. Un puma agazapado entre la espesa maleza hace imposible no juzgar a este libro por su portada. Joana Santamans es la artista que consigue que un búfalo blanco dé la sensación de que quiere abandonar las dos páginas en las que está representado. Pinceladas precisas dibujan una mirada limpia, de inocencia infantil, en el rostro del bonobo. Y, en lo referente a los seres mitológicos, el ave roc, el chupacabras o la serpiente voladora, Joana los convierte en seres tan anatómicamente reales que casi esperas encontrarlos en cualquier libro sobre zoología. La guinda a esta obra editada conjuntamente por Nórdica Libros y Capitán Swing la pone Viggo Mortensen con un prólogo certero que sirve como aperitivo de lo que nos vamos a encontrar.