Antoloxía do conto galego do século XX, de varios autores
Si existiera tal cosa como un decálogo del buen reseñista, sin duda incluiría y no como punto menor hablar el idioma en el que está escrito el libro. Ya adelanto que no es el caso, este libro está escrito en gallego, y yo no hablo gallego, así que soy consciente de que si bien era perfectamente libre para leerlo, probablemente debería haberme abstenido de hacer de él una reseña ya que mi comprensión del idioma es ciertamente limitada. Pero el mundo es de los valientes, en este caso de los valientes con diccionario, y esta antología de cuentos de autores gallegos del siglo XX me ha gustado tanto que no compartir las sensaciones que me ha provocado con los miembros de esta comunidad de amantes de la literatura por pequeños detalles como el del idioma, no me parecía de recibo. Eso sí, recomiendo a quienes quieran seguir este tan poco edificante ejemplo mío que se limiten a hacerlo con idiomas intuitivamente asequibles para los castellanoparlantes: con el ruso, ya lo adelanto, no funciona.
Hay mucha niebla y mucho misterio en estos cuentos, no misterio a modo de novela negra o de intriga, sino misterio al estilo gallego, que es más una forma de vida que un ejercicio de suspense, y esa es la razón de que los problemas para comprender el idioma ayuden en este caso al disfrute del libro, porque esas dificultades abundan en el halo de mágico misterio que rodea estas historias llenas de sarcófagos, mujeres lobo y, los más insondablemente enigmáticos de todos los personajes: seres humanos tan reales como se puedan encontrar en cualquier lugar que uno visite. El alma ajena es un bosque sombrío, que dijo Turguenev, y en este caso, un bosque gallego, que, además de sombrío y hogar de piedra y agua es un lugar mágico muy apropiado para las supersticiones, las leyendas y la literatura.
Esta antología, según me comentó el vendedor (en un rastrillo de Vilanova de Arousa), fue durante un tiempo una lectura de referencia en los institutos gallegos, aunque parece ser que ya no es así, y compila relatos de Vicente Risco, Alfonso R. Castelao, R. Otero Pedrayo, E. Blanco Amor, Rafael Dieste, Ánxel Fole, Álvaro Cunqueiro, Marcial Suárez, X. Neira Vilas, Camilo Gonsar, X.L. Méndez Ferrín, Carlos Casares, Alfredo Conde y Xavier Alcalá. De todos ellos siento una especial debilidad por Cunqueiro, de quien he leído también una recopilación de artículos llamada Fábulas y Leyendas de la mar, a quien tengo por autor divertidísimo y por tremendo fabulador, quien destaca por su gran erudición, una de cuyas fuentes más fecundas no descarto que sea su propia imaginación. En el relato de este libro cuenta el origen de una raza de gallinas que surge del cruce de las originales de Meira con don Esmeraldino, un conde portugués al que el destino había transformado en gallo: E hai agora en Meira e na Azúmara unha casta de galiñas douradas, moi poñedoras, e tamén boas para pepitoria, que deron en chamar portuguesas, e son, ó que parece, o froito da breve hora de don Esmeraldino no corral vello da Sempre Ilustre Abadía de Santa María la Real de Meira. En el otro libro citado explicaba con todo detalle el origen del linaje gallego de los Mariño, quien como todo el mundo sabe son descendientes de sirenas, de modo que lo del gallo tampoco es tan sorprendente.
El volumen se abre con O lobo da Xente (de Vicente Risco), una fantástica fábula de una mujer lobo, y me han encantado cuentos como A arrasadeira (de E. Blanco Amor), crónica de inconformismo, pero en la que entreve la realidad de miseria tan consustancial a la historia de Galicia, Sobre a morte de Bieito (Rafael Dieste), magnífico relato cuyo motor es la percepción que tiene uno de los portadores del ataúd en un funeral de un sonido que viene de dentro del mismo y su indecisión sobre si ponerlo de manifiesto o no por temor a equivocarse y por el qué dirán, o A caixa de morto (de Ánxel Fole). También el relato de Marcial Suárez, O viño dos sábados me ha resultado delicioso:
Xa dicen que en Allariz hai moitas igrexas. Agora teño que decir que hai moitas menos igrexas que tabernas.
Os viños que máis se beben son o do Ribeiro e o do Verín, que, segundo os entendidos, son vinos frouxos. Eu non lles vou leva-la contraria ós entendidos, porque xa se sabe que, ás veces, non hai como ser entendido para entender.
[…]Moitas veces pensei que non era cuestión de que os viños fosen frouxos o fortes: aqueles homes non precisaban do viño para se emborrachar. O que se les subía á cabeza era, sinxelamente, o sábado.
Pero más allá de destacar un cuento u otro, el verdadero valor de esta antología está en el conjunto, en el magnífico fresco de la realidad de una tierra y de una gente en la que muchos, sin saberlo, ejercen la literatura o mejor, el oficio de personaje, en su vida diaria. No en vano la inmensa mayoría de los autores, según se observa en las breves reseñas biográficas que incluye el volumen, provienen del mundo del periodismo: en una tierra con su propio tiempo, la realidad, por cruda y difícil que sea, está tan íntimamente relacionada con la ficción que a menudo cuesta distinguir la una de la otra.
Bueno ya somos dos los que no hablams gallego jeje… Estas excelente el articulo.
Gracias
Agradezco la información sobre el libro Conto galego do século XX, y admiro al lector/a que se ha atrevido a leerlo siendo castellanaparlante, yo soy gallega como ya os habréis dado cuenta y aunque controlo algo mi lengüa alguna vez tengo que visitar el diccionario de gallego. Te felicito compi.
Seguro que lo leo si logro encontrarlo en mi ciudad. Me gusta leerlo en mi lengua materna, que aunque no lo hablo si puedo leerlo con soltura.
Gracias por tu reseña.