Antonio Machado, un pensador poético, de José Martínez Hernández

Vi este libro y pensé que inevitablemente sería uno de mis libros de verano. Muchos pensarán que no es  muy vacacional, pero ¿Hay algo más de verano que Juan de Mairena? Ya les digo que yo que no, porque estamos hablando de una lectura para toda la vida, así que con mucha más razón puede ser una lectura para cualquier estación del año… ¿No lo creen? Les reto a que quienes no lo hayan leído se pongan a ello y aquellos que, como yo, lo habían “mal leído”, se pongan de forma inmediata a su relectura.

Ahora bien, Juan de Mairena, ese profesor ficticio de gimnasia y retórica creado por Machado, nunca volverá a ser lo mismo después de leer este libro de José Martínez Hernández, he compartido con él muchas cosas, tantas que su libro ha quedado muy pero que muy subrayado y además con innumerables llamadas y anotaciones, y es que nunca había sospechado que Machado era pura filosofía o pensamiento; bueno pensamiento sí, que yo no soy de las que creen que el viejo profesor era un poeta “intimista, domesticado y dócil…”.

Aunque tengo que reconocer que el Machado que más conozco es el profesor enamorado de los campos de Castilla, no podía ser de otra manera ya que yo también me enamoré de esa tierra a través de los ojos de un joven soriano que me robó el corazón, jejeje.  No tardé mucho en engancharme a Machado, saltando de su obra a su vida y de su vida a su obra, sin encontrar nunca una verdadera biografía que me pareciese completa.

He seguido sus huellas desde Sevilla hasta Collioure, he visitado en el cementerio a su joven y querida Leonor, pero ha sido ahora leyendo “Antonio Machado, un pensador poético” cuando he descubierto que al hombre, al Poeta y al político me faltaba complementarlo con el profundo pensador que José Martínez Hernández me ha ayudado a conocer.

He leído el libro al mismo tiempo que, como les decía, releía Juan de Mairena, y la vida me ha cambiado; Machado sigue siendo un hombre bueno, un buen hombre, Machado seguirá siendo mi querido y “Viejo” profesor, D. Antonio Machado seguirá siendo el más grande Poeta que han dado las letras españolas, (sé que con permiso de Lorca) pero desde ahora Machado ha ganado para mí en profundidad, lucidez, rebeldía, retranca y “guasa sutil”, algo de lo que no me hablaron mis profesores de literatura que, claramente, pasaron por alto al pensador y filósofo, y eso que ya María Zambrano dijo: “Un pensamiento, pues, dotado de vida propia que hace el hombre donde habita antes que un filósofo o un sabio o un poeta explícito, un pensador o meditador; un ser pensante a toda hora, hasta en sueños; y, precisamente, en sueños es como se ve Antonio Machado, arquetipo de seres pensantes”.

En la introducción el autor nos habla del hombre que yo conocía, del gran perdedor: Perdió a su padre siendo demasiado joven, perdió a su querida y jovencísima esposa Leonor, perdió a Guiomar, perdió a su hermano Manuel, Perdió la Guerra y perdió su patria… Y perdió la salud y la vida. Y es por ello que nos recuerda el libro los versos de su hermano José:

Y aquí podría estar yo hablándoles durante horas de mi querido poeta recién redescubierto como pensador y filósofo profundo a través de su Juan de Mairena… Pueden leer este libro o pueden releer El Juan de Mairena, o pueden acercarse a esos versos, pensamientos y coplillas de tradición popular que desde pequeños aprendimos, pero nadie debería pasar por alto la obra y el pensamiento de este gran poeta y pensador del Siglo XX.