AVICENA. El canon de la medicina

Reseña del libro, Avicena. El canon de la medicina, de Jordi Bayarri

He leído este cómic de la Colección de Científicos sobre Avicena y no he podido por menos que recordar lo cierto que es eso que decía Sócrates de “solo sé que no sé nada”, porque cuánto más leo, cuánto más intento informarme y formarme, más cuenta me doy de lo poco que he logrado aprender a lo largo de mi vida. Y esto me produce una profunda tristeza. No es de extrañar que esta famosa frase se le atribuya igualmente a Platón, porque entiendo que cualquiera que sepa, termina sabiendo y determinando que no sabe nada.

Quiero decir que a estas alturas de mi vida ya me he dado cuenta de que no será posible ni tan siquiera leer todo lo que tengo anotado en esa agenda eterna que tenemos todos los lectores. Están muchos de los clásicos que sabes que te faltan, filósofos que no llegaste a leer, legislaciones de otros países que no llegarás a conocer, y eso que el año pasado, por fin empecé y terminé de tirón el Ulises de Joyce disfrutándolo por primera vez.

Avicena fue el médico creador del Canon de la medicina, pero también fue un gran filósofo que vivió a caballo entre los Siglos X al XI en Persia, concretamente lo tenemos que situar en el actual Irán.

Su canon fue la obra en la que recogía todo lo que se sabía hasta la fecha sobre medicina y a la que añadió toda su experiencia personal. Una obra tan impresionante que se tradujo al latín y al hebreo y se llegó a extender por toda Europa durante cientos de años.

He leído un cómic con el que he aprendido más en unos días sobre la historia de Mahoma, y su sucesión, que en toda mi vida, de la misma forma que ya he podido entender, más o menos, el motivo de las guerras entre chiitas y sunitas, así como el motivo de su separación.

¡¡Ya ven hasta donde llegaba mi ignorancia!!

Tras esta lectura sigo pensando que Jordi Bayarri está haciendo un trabajo imprescindible, y como casi todo lo que es imprescindible culturalmente hablando, sé lo mucho que le cuesta sacar adelante cada uno de sus proyectos.

Así que, aun no siendo yo nadie en el panorama cultural:

¡MUCHAS GRACIAS EN NOMBRE DE TODOS!

Como siempre, hay que resaltar igualmente el trabajo de Dani Seijas por el coloreado del libro y al resto de participantes. Porque ahora les voy a hablar de esa parte final tan especial que siempre nos ofrecen estos cómics, que en este caso me ha hecho reflexionar mucho más sobre el tema de la ciencia y su historia.

Antes de llegar a esos bocetos que tan amablemente nos regalan a aquellos que nos interesa todo tipo de arte, y el de la pintura es uno de los más interesantes, también tenemos unas páginas en las que nos cuentan quién es quién, en este caso de la Ciencia Islámica.

En este caso los dibujos son de Jordi pero los textos son de Taira Lanuza, y naturalmente lo primero que llama la atención es que no hay ni una sola mujer científica. Aunque tampoco tengo claro porqué me ha llamado la atención. Y naturalmente el hecho de que de todos los que habla tan solo tenía referencia de dos de ellos, Al Farabi y Averroes, y ligerísimas.

Pues ya ven, cuanto nos queda por aprender, y de esta forma podemos hacerlo junto a los más jóvenes; supongo que muchos de los que ahora lean esta reseña no conocerían a Avicena, ni sabría la importancia de su famoso Canon de la medicina, esa gran obra o enciclopedia que tan importante fue durante más de seiscientos años para todo el mundo, tanto en el mundo islámico como en toda Europa dónde se tradujo al latín y al griego.

¿Y de regalo? Pues sí, de regalo tenemos unas breves referencias a la cuarentena, el contagio y los gérmenes. Unas pinceladas a lo que hay de cierto, o no, entre todo eso y Avicena, el gran científico, filósofo y médico, en la historia.

Otro de esos libros que no pueden faltar en una buena biblioteca, en colegios o institutos, o como regalo para cualquier amante de la ciencia y de los cómics.

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