Babyteeth 4

Reseña del cómic “Babyteeth 4”, de Donny Cates

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Pues también me había olvidado de esta colección. Normal… Desde octubre de 2020 que es cuando se publicó la reseña del tercer tomo, como para recordarlo. Así que no he podido evitar sentir una gran alegría al reencontrarme con Sadie, una Heather repentinamente envejecida, Clark y el resto de tropa superviviente.

Y esta vez no he leído el tomo anterior para refrescar lo que pasó (que fue mucho, eso sí lo recuerdo). Hala, que les den por culo.

Por desgracia, este es el cuarto y último número de Babyteeth, una colección que me ha sorprendido para bien en su enfoque anticristiano (en el sentido de que hablamos del hijo del Anticristo), desmarcándose de rollos y mitologías (también molonas, que conste) como La Profecía o La semilla del diablo, por poner unos ejemplos, y en general en la trama.

Una trama que no asusta ni provoca terror, ni creo que sea el objetivo más allá del puro entretenimiento, algo de reflexión filosófica y diversión. Sin más. A estas alturas, pocas cosas lo provocan (el terror), y el tema del bien y el mal, el cielo y el infierno, por muy original que sea el enfoque, como en este caso, no es una excepción.

En este Babyteeth 4 vamos a seguir donde lo dejamos, a las puertas del Reino Rojo, o infierno, rescatando a Clark de las garras de su demoníaco padre y volviendo a una casa rodeada de un paisaje apocalíptico en el que parece que no ha sobrevivido mucha humanidad en el mundo. Pero hay alguien que sí que ha sobrevivido y quiere reconciliarse con el grupo y vivir con ellos.

La trama va a dar saltos de seis meses, de 65 y 120 años hasta llegar a un final de finales, algo apresurado y demasiado fácil diría yo. No sé, me parece el peor remate de algo que, hasta ese momento, estaba yendo tan de puta madre… Pero en fin. No vamos a iniciar ahora una campaña de recogida de firmas a lo Juego de Tronos para que lo cambien.

En cuanto al dibujo, nada que objetar a las masas y trazos gruesos con colores acertados y rimbombantes cuando se precisan, ni a las más oscuras tampoco.

En general los cuatro tomos se leen con interés y si se han leído los otros tres sería una tontería no seguir con este, que contiene alguno de los giros más sorprendentes de la historia. Una historia que nos cuenta un apocalipsis ciertamente muy original.

Ahora que ya se ha cerrado la serie, tal vez me decida a leer de nuevo (y no soy para nada de relecturas), y de un tirón, esta historia de amor de una madre luchadora por un hijo, por muy Anticristo que sea. Porque visto ahora en retrospectiva, puedo decir que es una serie brutal, muy entretenida, con un vocabulario lleno de tacos y algo corta, así que no perderé mucho tiempo.

Y además, así podré reencontrarme con la malhablada Heather, mi favorita de la serie, siempre luchando sin rendirse ni en la batalla ni ante las injusticias preapocalípticas.

Lo dicho, un buen entretenimiento con demonios y otras criaturas, en un mundo en el que Dios ni está ni se le espera.

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