Llevo una temporada muy larga en la que casi no veo series. Pero hace un tiempo pasé una época en la que era muy fácil que me enganchara a una y no pudiera parar de ver capítulos y capítulos hasta terminarla. Me pasó con muchas, pero con la que más, fue con Pequeñas mentirosas, esa serie en la que unas adolescentes son acosadas por una persona que se hace llamar A y cuya identidad tenemos que descubrir. La serie en sí era bastante mala, pero qué queréis que os diga, a mi tenía enganchadita y no podía parar de verla. Y la cosa fue derivando a medida que las temporadas avanzaban y los muertos empezaban a sucederse y había teorías conspiradoras por todo Internet y uno ya no sabía ni lo que estaba viendo. Pero yo, ahí seguía, semana tras semana hasta que por fin supe quién era A.
Bajo nuestra piel me ha recordado muchísimo a esa serie, porque al final trata un poco de eso: del misterio que se esconde tras una persona cuya identidad desconocemos y que parece estar detrás de todo lo malo que les pasa a las tres protagonistas que son tres chicas adolescentes que comienzan a vivir cosas extrañas: tienen pesadillas recurrentes, en su piel aparecen cicatrices y heridas sin ninguna explicación, hacen cosas de las que después no se acuerdan… y no paran de ver a la misma persona, vestida completamente de negro, que parece ser omnipresente.
Así que cuando empecé a leerlo, con esas descripciones y esos sucesos tan extraños, no pude evitar acordarme de mis lerdas preferidas, como a mí me gusta llamarlas, y del misterio de quién se esconde detrás de esa capucha que se identifica con A. Y, para qué mentiros, me ha encantado encontrarme con una historia así de nuevo, pero esta vez narrada por Josu Lorenzo Grilli, aunque quizás, si frecuentáis el mundo de Youtube, lo reconozcáis mejor por el nombre de Josu Diamond.
Pero con esto no os estoy diciendo que la historia sea la misma ni muchísimo menos, no querría restarle originalidad a este libro. Quiero remarcar que es una impresión personal y que simplemente esta historia me ha recordado a aquella serie. Porque solo tienen en común tres cosas: una identidad desconocida, un grupo de chicas a las que le suceden cosas extrañas y alguna que otra historia de amor intercalada entre tanto misterio. Pero Josu va más allá, ya que le incorpora un halo de fantasía y ciencia ficción a todo el marco de la obra y que en un principio puede descolocar un poco al lector pero que, con el paso de las páginas, va haciendo que toda la historia tenga sentido.
Bajo nuestra piel es un libro fresco, que se lee con rapidez y que contiene tramas muy entretenidas que enganchan al lector desde el primer momento. El booktuber sabe cómo hacer que el misterio no se pierda y va dando a cuentagotas pistas necesarias para resolver el misterio. De esta forma, quien lo lee, necesita seguir pasando capítulos y capítulos para entender qué es lo que está pasando. Me ha gustado la forma de redactar que tiene Josu, ya que los diálogos adquieren gran protagonismo pero no son excesivos, por lo que la lectura es muy ligera.
También me ha gustado la forma de desarrollar a las protagonistas. Estas tres chicas tienen caracteres muy diferentes entre sí y Josu ha trabajado mucho en ellos para que el lector pueda verlo perfectamente. Esto siempre me gusta, porque me da la sensación de que la historia llega a ser más creíble. No en el sentido de que vaya a suceder lo que el autor está contando, sino en el sentido de que es normal que en un grupo de amigas cada una tenga su personalidad y por lo tanto es importante que así sea también en la ficción y el autor se preocupe por desarrollar esas formas de ser.
De veras que me encantaría descubrir otra serie del tipo Pequeñas mentirosas para engancharme y necesitar (como si me fuera la vida en ello) hacer un maratón intensivo hasta terminarla. No sé si es por la falta de tiempo o porque últimamente las series que intento ver no terminan de convencerme, pero el caso es que no consigo que ninguna me enganche. Así que mi felicidad se desborda cuando encuentro un libro así, como este, que hace que esa necesidad se vea reducida durante un tiempo.