Hay historias que, bajo un aparente halo de sencillez, esconden en su interior un mensaje grande, enorme en ocasiones. Y el libro del que hoy os hablo en uno de ellos. Basta con vivir es una historia sencilla, protagonizada por personajes sencillos. No pasan por sus páginas personajes históricos, detectives sagaces o superhéroes de ciencia ficción capaces de convertirse en un reclamo al lector por sí mismo, pero según avanza la historia, vemos como las protagonistas (ahora os hablaré de ellas) se engrandecen de tal manera que no tienen nada que envidiarle a los anteriormente nombrados.
La principal protagonista de esta historia de Carmen Amoraga es Pepa, una mujer madura hastiada de la vida que le ha tocado vivir. Décadas de sinsabores hacen que Pepa no quiera saber nada del mundo que la rodea, metiéndose en una espiral de negatividad que no hace más que acrecentar su angustia y su soledad. Por otro lado, tenemos a Crina, una joven rumana que vino a España pensando en estudiar Medicina y, engañada por su pareja, se ve metida en una red de prostitución de la que es imposible salir. Dos personajes muy distintos, pero con un problema común, la inexistencia de algo a lo que agarrarse para afrontar con fuerzas el día a día. Sin embargo, por diversos motivos, ambas encuentran una tabla de salvación que, si bien no les sirve para reflotar del todo su vida, si supone un punto de inflexión en la misma.
Podría entrar en más detalles de la vida de Pepa y Crina, y analizar parte de su pasado y su presente, pero prefiero centrarme más en los aspectos generales que hacen de Basta con vivir una gran historia. El éxito de este libro se basa en su sencillez, su cotidianidad y la facilidad para empatizar con los problemas de sus protagonistas. Si Crina representa un problema arraigado desde hace décadas en nuestro país, Pepa es el perfecto espejo en el que muchos lectores pueden sentirse reflejados. Y es que cualquier lector puede ver en esta última parte de sus defectos o miedos. Todos recibimos a lo largo de nuestra vida diversos varapalos, pero en nuestra mano está el modo de reaccionar ante ellos. Podemos quedarnos parados y lamentarnos, como Pepa, culpando a la sociedad, a los amigos y a otros factores externos de nuestra mala suerte. O podemos seguir adelante, utilizando las caídas para fortalecernos más aún.
Carmen Amorga construye alrededor de Pepa y Crina una historia llena de vida y verdad. Con su ritmo lento poco a poco nos va envolviendo en ese mundo tan particular, salpicado en ocasiones con una dosis de humor más que necesaria. Como ya me ocurrió con otro libro de esta editorial (Una nueva felicidad), lecturas de historias como esta creo que son necesarias, no solo por lo que aportan, sino también por lo que uno aprende de ellas. Por eso creo, y defiendo la idea, que no hace falta acudir a los libros de autoayuda cuando uno se siente algo perdido. En esas ocasiones, yo prefiero regalar y recomendar libros como este, esperando que el regalado (o recomendado) sepa captar el sencillo pero profundo mensaje que Basta con vivir lleva en su interior. Y es que su autora escribe un canto a la vida, a la solidaridad y a las segundas oportunidades, y solo por eso, ya merece la pena leer algo así.
César Malagón @malagonc
Qué buena pinta tiene. Además he de decir que esta autora ya la tengo fichada. Hace algunos años leí El tiempo mientras tanto y me gustó bastante. Por lo que sea, esta autora me toca la fibra sensible.
Sin duda Carmen Amoraga tiene una sensibilidad especial para tratar temas tan personales como este.
Gracias por tu comentario!