Reseña del cómic “Batman: Black and white Vol. 5”, de VV. AA.
Ya estamos de vuelta con el murciélago y esta vez con una de sus colecciones que más se espacia en el tiempo entre número y número, (el primer número salió por allá por los noventa) y con este ya van cinco. Cinco tomos, cinco tochazos, más bien en único y exclusivo blanco y negro.
Hablamos de Batman: Black and White Vol. 5. Un compendio de unas treinta historias a cargo de otros tantos dibujantes y guionistas (una nómina de lujo, he de decir), de duración casi idénticas todas ellas y con un nivel más que estimable aunque, como en cualquier antología, hay cosas muy buenas y cosas muy malas.
Por si a alguien le pilla de nuevas este cómic, que sepa que puede leerse sin haber leído los otros cuatro, e incluso en el orden que se quiera ya que son historias cortas, independientes unas de otras y todas ellas muy disfrutonas.
No voy a explayarme en todas ellas, tan solo en las que más me han gustado:
–Peso, de J. H. Willimas III: una historia en la que aparentemente no sucede nada, simplemente leemos, oímos (al menos yo le oigo cuando le ledo) a Batman explicar porqué hace lo que hace en Gotham. Puede sonar a trasnochado y a mil veces visto, pero Williams, que se ocupa de guion y dibujo, lo hace de maravilla y adapta su lápiz a diversos y reconocibles estilos por los que ha ido evolucionando el personaje desde su creación.
“Eso es lo que más profundamente recuerdo de aquella noche. Ni la sangre. Ni la muerte. Solo perlas esparciéndose a cámara lenta.”
–Metamorfosis, de G. Willow Wilson y Greg Smallwood: Un cuento bonito con un pequeño giro final, y es que, las cosas no son siempre lo que parecen. Un Batman muy del estilo de Adam West y un dibujo, en general, preciosista.
–El juez injusto, de Tom King: con un Caballero Oscuro consciente de no poder estar en todas partes a la vez y de haber fallado. Un Batman impotente, pero aun así un Batman que ESTÁ ahí y se queda con quien lo necesita.
–El vertido, de Gabriel Hardman y Corinna Bechko: en donde vemos cómo el murciélago se queda en deuda con el Joker, aunque sea según el retorcido punto de vista del payaso.
–Un caballero sin paz, de Tim Seeley y Kelley Jones: ideal para estas fechas de Halloween que se acercan. Una historia ambientada en un cementerio al que van a parar dos malhechores que huyen, suponemos que de la poli. Pronto nos olvidamos de ellos y Batman pasa a ser el protagonista.
–La casa de los Davenport, de Karl Kerschl: otra historia también que no desentona con el día de difuntos. Una casa encantada, ouija, fantasmas… Muy buena.
–Una excursión entre padre e hijo, de Jorge Jiménez: en donde se demuestra que no hace falta seguir siempre las instrucciones al pie de la letra, y menos si se las dices a tu hijo Damian Wayne.
Como siempre digo, que no hable de las demás no quiere decir que no me hayan gustado. Creo que de las treinta historias que componen este tomo, dos o tres son las que no me han gustado (un ratio que no está nada mal para ser una mezcla con tantísimos autores e ideas). En una de ellas ni siquiera aparece Batman ni nada relacionado con él.
Así que, sin ninguna duda, puedo recomendar este Batman: Black and White Vol. 5 a todos los batmaníacos y a aquellos a los que les gusten las historias cortas pero con mucha miga. Historias que amplían tanto al personaje como su mitología, en un formato en tapa dura que lucirá muy bien en las estanterías y que ganan en una segunda lectura.