«Un ensayo intemporal pero de lectura urgente para hoy», pone en la contraportada de Biblia, Corán, Tanaj. Tres lecturas sobre un mismo Dios, de Roberto Blatt. No puedo estar más de acuerdo. Sin duda, este es un libro necesario en los tiempos que corren, pero no creo que sea apto para todos los públicos, porque es una lectura densa a la que no todo el mundo está dispuesto a dedicar su tiempo, pese al gran valor que puede aportar tanto personal como socialmente.
Según su autor, está dirigido a personas cultas, curiosas y no especialistas. ¿Cumplo yo estos requisitos? Los de curiosa y no especialista, sí. Por eso, no conocía la mayoría de los datos y acontecimientos a los que alude, pero me han resultado muy ilustrativos e interesantes. Biblia, Corán, Tanaj no solo habla del surgimiento y evolución del cristianismo, el islam y el judaísmo, sino que se adentra también en aspectos lingüísticos, históricos, políticos y sociológicos relacionados con ellas. Así que, si no era culta al comenzar la lectura, lo soy un poquito más al terminarla.
Roberto Blatt considera Biblia, Corán, Tanaj como su autobiografía intelectual, ya que el estudio sobre las religiones, y en concreto, las tres mencionadas, ha ocupado toda su vida. Sus reflexiones sobre un tema tan controvertido como es el religioso se sustentan en la gran labor de documentación que ha llevado a cabo durante años, y el resultado es un discurso claro y bien hilado que facilita la comprensión a los inexpertos como yo, pero que también puede suscitar el interés de especialistas, ya que el análisis de Blatt es riguroso.
En este libro se expone cómo los caminos del judaísmo, el cristianismo y el islam se han ido entrecruzando, coincidiendo y chocando hasta nuestros días, y cómo sus alternativas siguen dirigiendo el devenir histórico de Occidente. Las religiones son un pilar básico de cualquier civilización, incluso de las hoy consideradas laicas, y Blatt demuestra que es imprescindible conocer sus enfoques y crisis para entender un poquito mejor los actuales conflictos.
A día de hoy, ¿quién diría que cristianismo, islam y judaísmo tienen una fuente común, como es el Tanaj (Antiguo Testamento)? ¿O que las tres corrientes no surgieron para enfrentarse, sino que cada una se consideró la actualización de la inmediatamente precedente? ¿Cómo sería nuestra ordenación del tiempo y nuestra concepción del ser humano si nunca hubieran existido estas religiones? ¿Cómo logró el cristianismo, una religión sin historia, pueblo ni territorio, dominar la civilización mediterránea? ¿Cuándo comenzó el estigma del pueblo judío, que perdura a través de los años? ¿Qué ha desencadenado el radicalismo islámico que tiene en jaque al mundo? Muchas de estas cuestiones, pese a tener su origen siglos e incluso milenios atrás, están vigentes, por lo que reflexionar sobre ellas puede dar las respuestas a los grandes desafíos globales a los que nos enfrentamos hoy como sociedad, además de liberarnos de más de un prejuicio como individuos.
Como bien anuncia su contraportada, Biblia, Corán, Tanaj. Tres lecturas sobre un mismo Dios es un ensayo de lectura urgente, porque el conocimiento siempre será la mejor arma contra la intolerancia. Desgraciadamente, dudo que quienes más necesitan leerlo hagan el esfuerzo.