Bilbao- New York- Bilbao

Bilbao- New York- Bilbao, de Kirmen Uribe

¿No os ha pasado nunca que estáis disfrutando tanto con un libro que no queréis que se termine? Eso es lo que me ha pasado a mí con el libro que os presento a continuación.

“Bilbao- New York- Bilbao” es, ante todo, un libro muy peculiar. Su autor, Kirmen Uribe, fue galardonado por este libro con el Premio Nacional de Narrativa en 2009, y eso que el autor escribe en euskera. ¿Es eso posible? Ya vemos que sí, y ha sido todo un acierto de Seix Barral el traducirlo al castellano, cosa que ha sucedido hace pocos meses.

Nos encontramos ante una historia real, la del autor, que en un vuelo entre Bilbao y la ciudad americana, pasando por Frankfurt, desmenuza la historia de su familia. Ésta es la historia de Liborio Uribe, que navegó toda su vida en el barco “Dos Amigos”, pero también la de su padre, José, que fue patrón del “Toki-Argia”.

Kirmen se pregunta a quién dedicó su abuelo Liborio el nombre del barco (Dos Amigos), y con ese pretexto, hace un repaso del árbol genealógico de su familia, unida desde tiempos remotos al mar y a la pesca.

Ante todo, y una vez terminado el libro, he de reconocer que tiene muy merecido su premio. Dicen que como poeta, Kirmen Uribe es de los mejores, pero está claro que con su prosa también tiene mucho futuro. Sus 200 páginas están salpicadas de historias reales, de pescadores, de artesanos, pero sobre todo, de gentes del pueblo vasco. Kirmen hace un homenaje en su libro a un estilo de vida, el que miles de habitantes de la costa cantábrica llevan perpetuando generación tras generación.

Cada capítulo desgrana una anécdota de la vida del autor, de algún familiar, o algún allegado de la familia Uribe, como el arquitecto Ricardo Bastida, o el pintor Aurelio Arteta, pero siempre añade también pequeños cuentos, fábulas o leyendas que corren de boca en boca por varios pueblos cercanos a Ondarroa, donde nació el autor.

Y todo esto, supuestamente, son historias reales (algunas las he contrastado, otras no). Pocas veces, un libro con tan poca ficción me había enganchado tanto. Y con pena, como decía al principio, he llegado a las últimas páginas. Me las iba leyendo poco a poco, volviendo a páginas anteriores para volver a disfrutar de las historias que contaban. Todo con tal de no terminar el libro.

Altamente recomendable amigos. No os lo perdáis.

LO MEJOR: Las intrahistorias que conforman el libro, algunas tan entretenidas y bonitas como la de la isla de St. Kilda, o las flores de vidrio de Harvard.

LO PEOR: Sólo 200 páginas…

César Malagón cesar@librosyliteratura.es