Blacksad 1: un lugar entre las sombras, de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido
Las historias policíacas deben reventares día a día para atrapar al lector, para meterle en la piel del protagonista – sea éste un asesino o un investigador – y que no pueda apartarse de sus páginas hasta que no ha llegado al final de la historia. Es ese momento en el que uno descubre que lo que tiene entre manos es bueno de verdad, cuando tiene esa necesidad de seguir leyendo, de seguir observando cómo se desarrollan los acontecimientos, cuando va uniendo las piezas y tiene la solución al rompecabezas. Vivimos muchas vidas a lo largo de la vida cuando nos metemos en los libros, pero se habla poco – o al menos, yo tengo la impresión de hacerlo – cuando se trata de novelas gráficas que hayan conseguido mantenerme con esa mezcla de intriga y admiración por lo que estoy leyendo y visualizando, como si la conjunción entre letra e imagen no fuera un simple juego sino algo mucho más grande, algo que abarca mucho más de lo que mis ojos pueden ver, como si algo me guiara por las páginas y me hiciera descubrir algo que llevaba mucho tiempo esperando – y que ni siquiera yo sabía que me faltaba -. Eso me ha sucedido con Blacksad 1: un lugar entre las sombras que me ha recordado cuál era el espíritu de las novelas negras clásicas, con ese aire renovado en sus imágenes y con una historia que sostiene el pulso entre el lector y lo que acontece, sin parar ni un segundo la acción, ni dejar huecos vacíos en los que la persona que lo está descubriendo puede sentirse que algo falla, que algo no cuadra, que hay un agujero negro que no sabe cómo llenar. Una suerte de lectura que debo compartir, por imperativo, por obligación, porque sino no iba a quedarme tranquilo.
La premisa básica de esta historia protagonizada por animales es la siguiente: una gata es asesinada y será entonces cuando el detective protagonista viaje por los bajos fondos hasta que descubra la identidad del asesino y, quizás, se cobre la venganza que tanto anhela para poder seguir sin fantasmas a sus espaldas. Cuando el género policíaco hizo acto de presencia en las vidas de los lectores, cuando las primeras historias empezaron a escribirse, llenaron un hueco que los lectores llevaban demandando durante mucho tiempo. Blacksad 1: un lugar entre las sombras bebe de cada una de ellas para traernos una obra maestra orquestada por Juan Díaz Canales en el guión y Juanjo Guarnido en el dibujo, en la que un argumento tildado ya como clásico en los guiones propios del género, aparece con un aire de renovación que embauca a quien lo lee y que dirige la acción hacia los trazos tan cuidados y perfectos de los que se vale esta novela gráfica para que nos olvidemos por un instante que estamos leyendo precisamente eso, una novela gráfica, porque bien podría haber sido escrita por los padres de una forma de literatura que mantienen a sus seguidores a pesar de los siglos y de las generaciones que han llegado para quedarse.
Habrá que destacar, entonces, que lo que parece que es en realidad no lo es, y que el argumento – algo rápido en su ejecución, pero motivos de espacio mandan – es tan exquisito que pocas pegas se le pueden poner a una historia como Blacksad 1: un lugar entre las sombras que devuelve a la gloriosa edad al género, que lo trata como el regalo perfecto que es para estos dos autores que, visionarios en su idea, construyeron un complejo mural con animales que se comportan como humanos y que tantos Premios Eisner – algo así como los Oscars del cómic – han logrado con esta serie basada en el mismo protagonista – un gato que poco tiene que ver con la ley y mucho con sus propias normas – y que Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido crean para gran regocijo de algunos que necesitaban algo así para reencontrarse con un género al que habían perdido la pista y con el que uno vuelve a tener fe de lo bien que pueden hacerse las cosas, sin disfrazar demasiado ni liar la madeja que después haya que hacer que recupere su forma original. Esta no es una historia de buenos y malos, aunque los haya. Esta es una historia de personajes que se encuentran en su propio infierno y que buscan en las sombras, la luz que perdieron hace tantos años.
Blacksad es un microcosmos, dentro del cómic de serie negra, con una gran personalidad sustentada en argumentos novelados y dibujos que por si solos parecen fotogramas de una película. Es una gran suerte poder disfrutarlo.
Saludos!
PD: puedes buscar en mi blog los guiños.
Cierto Interrobang todo lo que dices. Yo he disfrutado el primer número y ahora tengo el segundo ahí esperándome. Sin duda, una de las colecciones que todo amante de la literatura tiene que tener. Investigaré tus guiños, que siempre me ha parecido interesante 🙂
Gracias!