Buenos Presagios

Buenos Presagios, de Terry Pratchett y Neil Gaiman

Hace tres o cuatro… o cinco años, qué sé yo, en septiembre, la época en la que los ideólogos de las colecciones se exprimen las neuronas y creen que la gente va a comprar (y algunos ideólogos incluso se convencen de que la cosa irá más allá del primer fascículo) cosas como “dedales del mundo”, “botones del mundo”, “pilas del mundo”, “cajetillas de tabaco del mundo” y otras exquisitas delicatessen, me encontré con el primer “fascículo” de una colección bastante más apetecible: “El color de la magia”, el incio de la saga de libros del Mundodisco de Terry Pratchett. Tapa dura, barato, y creo que 2×1, venía otro libro cuyo título no recuerdo ahora.

En fin, que comencé la lectura pero no me gustó. Sí, sí, abucheadme, hordas de fans de un mundo en el que cuatro elefantes se apoyan en una tortuga que vaga por el espacio…  No me enganchó y regalé los libros a un amigo.

Tres o cuatro… o cinco años, qué sé yo, me encuentro con la oportunidad de leer Buenos Presagios. Que aparezca Pratchett como autor me desanima un poco, pero lo compensa, y much, que esté escrito mano a mano con Neil Gaiman, uno de los guionistas de cómic con los que más he disfrutado y por culpa de cuyas historias me aficioné al noveno arte. Decir Neil Gaiman es decir The Sandman; si no lo has leído… me parece muy mal.

Otra cosa que me animó fue la portada: Un diablillo bien vestido, con un buen traje, gafas de sol, tumbado con una copa de ¿vino? y las típicas alas de demonio. Realmente no es que la portada me decidiera, más bien me hizo interesarme por el argumento.

 ¿De qué va? Veamos… Si esto fuera una película y la distribuidora española le hubiera puesto un subtítulo sería éste: “Vaya desmadre de Apocalipsis” o “Loco, loco, loco Apocalipsis”.

Buenos Presagios es una novela coral que nos cuenta como poco a poco se van dando los factores necesarios para la llegada del Apocalipsis. En cierto modo es una parodia de la cinta “La Profecía”. (Si tampoco has visto la película ya no sé qué hacer contigo, pero te conviene verla. Es buena. El libro puedes leerlo sin haberla visto, pero te hará más gracia si pillas los guiños y referencias, que los hay en abundancia).

Un demonio y un ángel, amigos desde hace siglos, tratan de impedir que se produzca el Armageddon, el próximo sábado, antes de la cena. Las Buenas y Acertadas profecías de Agnes la Chalada, Bruja, así lo profetizan, y las señales (La Atlántida resurge, llueven sapos,…) lo confirman. Junto a ellos, pero por separado y sin enterarse muy bien de lo que está pasando un montón de personajes, cada cual a su bola: el Anticristo, un niño de once años educado por la familia equivocada; su perro infernal enviado para protegerle; Newton Pulsifer, miembro del Ejército de Cazabrujas; Anatema Device, descendiente de Agnes la Chalada, e intérprete de sus profecías; los cuatro jinetes del Apocalipsis, retratados de una forma muy curiosa y acertada e integrados completamente en la sociedad actual…

Todo el libro es humor. Unas veces con más gracia que otras, pero en general mantiene el tono. No es la fiesta padre, no te vas a morir de risa, pero te sacará alguna sonrisa, sobre todo para los seguidores de Pratchett.

Como punto negativo hay que decir que a veces se hace algo lento y tenemos la sensación de que lo que se nos cuenta es mero relleno para llegar a un final pretendido, del que no desvelaré nada.

Para acabar, simplemente añadiré que es un buen entretenimiento. El humor es algo muy subjetivo y lo que a mí puede hacerme gracia a otros puede dejarles impasibles, sin embargo merece la pena contemplar la visión del fin del mundo del lado de los protagonistas de ésta historia.

Se lee con facilidad, tiene partes que enganchan y se disfrutan especialmente los diálogos entre ángel y demonio, y los del Anticristo con los otros niños.

 Lo dicho. A pesar de lo ya mencionado acerca del humor, mentiría si dijera que no he pasado un buen rato.

 Feliz Fin del Mundo.