Calvin y Hobbes, de Bill Watterson
Hace años fui un gran lector de cómics, aunque pocas cosas de aquella época han dejado huella en mí. Sin embargo, uno de los descubrimientos que hice se ha convertido en una de mis lecturas periódicas obligatorias.
Cuando necesito un chute de entusiasmo, de optimismo y de buen humor, no tengo más que abrir alguno de los cómics de Calvin y Hobbes, escritos por Bill Watterson. Calvin es un niño de 6 años, gritón, hiperactivo, individualista, amante de los dinosaurios, adicto a la tele y a los cereales superazucarados, con un ingenio para las travesuras fuera de lo común y una perspicacia asombrosa.
El contrapunto lo pone su mascota, un tigre que los demás ven como un simple peluche, pero que es el amigo y compañero fiel de Calvin, con quien discutirá sobre “temas de adultos” (como la política, el arte, la sociedad o el universo) pero también su archienemigo, a quien se enfrentará en todo tipo de juegos y deportes (guerras de nieve en invierno, de globos de agua en verano y durante todo el año el famoso y fascinante CalvinBall -un juego cuyas reglas se crean mientras se juega-).
La interacción de Calvin con el resto de personajes es realmente divertida, y a la vez es un análisis impecable de los valores de la sociedad moderna. La lucha contra la autoridad paterna meterá a Calvin en muchísimos líos, y su permanente enfrentamiento pondrá de los nervios a sus padres. La relación con su compañera Susie será prácticamente imposible, y la incomprensión mútua es absoluta. La señorita Carcoma, su profesora, tendrá que sufrir sus constantes ocurrencias en clase y su lucha por el derecho a ser un ignorante. En fin, Calvin es ese niño repelente que todos llevamos dentro, y al que puedes dejar salir leyendo los cómics de Bill Watterson.
A continuación os dejo una pequeña selección que he hecho para vosotros. Ya me diréis vuestra opinión.
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Iván Adrián Martínez Ricarte
ivan@librosyliteratura.es
Yo empecé el año “literariamente hablando” leyendo tres tomos de las aventuras de estos dos y me lo pasé francamente bien.
Enlace
Mi cuñado se empeñó en que tenía que leerlos para conocer mejor a mi hijo.
La verdad es que no sé si sirvió de mucho pero yo me lo pasé muy bien.
Un saludo.
Veo que el enlace no funciona. A ver si va pulsando
Aquí
Enlace
Ya te he solucionado lo del enlace. Normalmente si quieres poner un enlace deberías ponerlo en la dirección web que se te pide al introducir el comentario.
Para poner enlaces, hay que escribirlos en código html.
Un saludo!
Iván
Muchas gracias Iván. No te acostarás sin sabes una cosa más.
Saludos.
ahhh, yo cuando he necesitado reirme, he recurrido a Calvin, sus travesuras y la imaginación loca que tiene siempre me provocan cuando menos una sonrisa.
¡Gracias por la reseña!
Ale.
Qué maravilla encontrar que a algunos nos gustan los mismos cómics. Leí hace tiempo algunos tomos prestados de la biblioteca. Y este verano me compré dos que no había leído. Entre varias lecturas pesadas, ¡Calvin siempre resulta refrescante!
No he vuelto a encontrar un ejemplo de cómic tan “adulto y tan infantil” a la vez (si obviamos Mafalda): ¿alguna recomendación?
La verdad, después de Calvin y Hobbes, no se ha vuelto a escribir nada que esté a la altura… Que yo sepa. La verdad es que de comics sé muy poco, así que no se me ocurre qué recomendarte. Lo siento :s
¿Hay algún comiquero en la sala que me ayude a salir de ésta?
Una obra de arte =)